Voy a contar algunas otras curiosidades de nuestros vecinos que son reales, lo juro por el Niño Jesús de Praga, que luego dan mucho juego en las charletas de sobremesa "pues un amigo que vive en Francia me ha dicho que..."
La jornada laboral
La jornada laboral francesa es, efectivamente, de 35 horas semanales, no es una leyenda urbana. Parece ser que hace algún tiempo les convencieron para trabajar 2,5 horas semanales más para dedicar ese dinerito a atender a no sé que menesterosos deshidratados que se generaron hace unos años que vinieron a coincidir en la Vieja Europa una ola de calor y la tradicional desafección hacia el aire acondicionado que campea al norte de los Pirineos, fatal combinación que se llevó por medio a unos cuantos.
El trabajo de los domingos
Alguna vez algún negocio tiene necesidad de trabajar en domingo, por ejemplo, el mío. Hace poco nos contaron como se regulaba el tema porque ha cambiado recientemente la normativa que regula el trabajo dominical, ojo, sólo el dominical, los sábados no cuentan. La cosa es como sigue:
La empresa que necesita trabajar en domingo tiene que presentar una solicitud en la prefectura que debe ser algo así como una diputación provincial de las nuestras pero con más poder ejecutivo en el día a día. La solicitud debe ir acompañada de la siguiente documentación:
- Memoria explicativa de las razones que obligan a la compañía a violentar el descanso dominical dejando bien clarito que no hay más remedio, posibilidad ni alternativa.
- Cartas individuales firmadas por todos y cada uno de los trabajadores de la empresa que se pueden ver afectados por la medida. Evidentemente un contrato en el que se incluye el trabajo en domingo es completamente ilegal.
El dossier es revisado por el prefecto o persona en quien delegue y por los representantes sindicales y será consecuentemente aceptada o rechazada según el criterio de estos especialistas. En este momento ignoro si en caso de rechazo de la solicitud, es lícito contratar unos extracomunitarios de esos que se preocupan más por comer que por la egalité y la fraternité (unos zafios y unos insensibles es lo que son) para que te resuelvan la papeleta. Yo no lo haría porque aunque sea legal, que insisto que no lo sé, seguro que te apedrean el local en nombre del sagrado derecho al descanso dominical y los gendarmes llegan tarde y los bomberos están en huelga. Le comentaba a Frank Grimaud, francés él y presumiblemente de derechas, que no dejaba de resultarme sorprendente que unos sindicatos tan laicos fuesen tan celosos guardianes de la tradición cristiana. En fin, que estamos en un país de contrastes.
Vacaciones
Dos días por mes trabajado. Y uno más, por redondear, 25 en total. Y otros doce más por no sé que ajuste que no acabo de entender y que a mi no me toca porque soy mandamás y todo tiene su servidumbre, total 37 días laborables libres. ¿Alguien se puede imaginar a las empresas españolas dando semejantes vacaciones? Además tenemos un rosario de días festivos, pero festivos de verdad, no como en USA que sólo hacen fiesta en la administración. Hay fiestas civiles, como el 14 de julio (La Revolution - fiesta nacional) o L'armistice, por el día de 1918 que acordaron con los alemanes parar de matarse durante unos años, pero también hay fiestas religiosas, como la Navidad y Todos los Santos e incluso sorprendentemente religiosas, como La Ascensión. Ya digo, país de contrastes.
Despidos
En la práctica no existen. Aquí la diferencia entre un contrato laboral y un matrimonio como Dios manda reside en que lo celebre un notario o un sacerdote católico. Me contaba Veronique que mi empresa, en siete años de historia, sólo ha despedido, con grandes sudores y presentando mucha documentación a la prefectura y al sindicato, a una persona. Fue un individuo que un buen día tuvo a bien desaparecer. Sin previo aviso dejó de ir a trabajar y dejó de atender el teléfono y el correo electrónico. No se había muerto ni nada, simplemente decidió pasar del trabajo. Eso sí, cuando consigues despedir a alguien, si lo consigues, la indemnización es mucho más pequeña que en España, no me acuerdo cuanto pero sí de que era menos dinero, creo que como un mes de sueldo por año.

En estos días hay un poco de ruido en relación a la apertura de los centros comerciales en festivos. Los centros quieren porque es con diferencia cuando más caja hacen en el año, parece que los franceses compran como desesperados en esta época, pero los sindicatos ya dejaron bien claro allá por octubre que no iban a aceptar ni un sólo festivo de apertura. Esto al común de los franceses les pone en un brete porque tienen mucha ilusión en comprar, comprar, comprar pero claro, si es justicia social que cierren las tiendas en domingo... ¡Dios qué duro es ser francés!
En la foto el Centro Comercial Atlantis, mi segunda
casa.
Aqui la escasa pero fiel parroquia comentando
ResponderEliminarPor lo que describes de Francia y lo que se percibe en la España Ruinosa y Socialista (valga la redundancia) tengo para mi que antes se abrirá una sucursal de Louis Vouitton en Pyongyang (Corea del Norte) que Europa saldrá de la crisis. Con esa competitividad que nos gastamos dentro de poco estaremos todos en la ruina.
Mi cada vez más acusada alergia a todo el espectro político que va de la izquierda al centro derecha me hace blasfemar lo que no está escrito a costa de los malditos horarios comerciales regulados por los politicastros de turno. Como para vivir en La France! Quien coño es la prefectura, los sindicatos o Javier Cercas (por citar al azar unas/os cuantas/os organizaciones e individuos cretinos de allí y de acá) para decirle al dueño de un negocio cuando debe abrir o no? Como si le da al tendero de la esquina por vender limones a las 3 de la mañana en nochebuena! El sabrá! En fin, no me verán a mi por la France a no ser para visitar a los Martínez-Provencio y ciscarme en el estado y toda la libertad que le roba a los individuos.
Por cierto cuando te dejas de tonterías y le dedicas unos párrafos a la primera dama francesa?
ResponderEliminarAquí uno que se pregunta por la productividad de los sres franceses. Ya que parece que tienen ramalazos similares a los nuestros ya solo me queda enterarme de que producen tanto como nosotros para mandar a Tomar (sí, con mayúscula. Porque es un pueblo de Portugal) a cualquiera que me diga que los españoles somos unos vagos.
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