Ya he comentado en alguna ocasión que en este mundo globalizado en que vivimos la distancia es básicamente un estado mental. Los aviones son parte de la explicación pero sobre todo y ante todo, está la internet, algo que entró en nuestra vida poquito a poco y que ahora ha pasado a ocupar un lugar distinguido y preferente. El pensar que cuando empecé a trabajar en 1989 los informes se escribían a mano con cierta frecuencia (en el laboratorio no teníamos máquina de escribir que era instrumento de oficina) me evoca las historias que contaba mi abuela, una persona que recordaba sus viajes por Madrid en tranvía de mulas y que asistió por televisión al alunizaje del
Apolo XI y al paseo sideral de
John Armstrong, un tipo muy majo de Ohio que dicen que andaba en la Luna. Mi abuela desarrolló en los años 60 y 70 una adicción a la televisión comparable a la que hoy en día tenemos muchos con internet, lo que son las cosas...
Si en
España utilizaba mucho la red, desde que vivo en la extranjería ni te cuento. Influye mucho mi gran afición a escuchar la radio. Yo escucho la radio de toda la vida de Dios. Entre mis memorias remotas se encuentra la sintonía de "Protagonistas" y la voz tan bonita y el mucho oficio de
Luis del Olmo. Yo creo que la afición a la radio la heredé de mi madre hace mucho tiempo y desde entonces la mantengo. Recuerdo una temporada que le tenía mucho aprecio a la versión radiofónica de
Telemadrid, allá por los tiempos de
Joaquín Leguina, cuando
Madrid en particular y el mundo en general eran otra cosa. Me gustaba especialmente un programa que emitían los sábados por la mañana, una cosa muy tontuela que incluía crónicas de un corresponsal, en realidad uno de los dos miembros del equipo, que se fue a pasar el año a
Nueva Zelanda porque era lo más lejos que hay de Madrid. El tipo contaba cosas de aquel país como yo las cuento de
Francia. Si es que está todo inventado.
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Iñaki Gabilondo y Luis del Olmo, dos tipos de valía. |
Después de aquello me fui enganchando a la Cadena SER. Siempre me fascinó
Iñaki Gabilondo. Me parece un tipo fuera de serie, con una capacidad de comunicar impresionante y con una cultura apabullante, nada que envidiar a Luis del Olmo. Yo de mayor quiero ser como él. Cuando dejó "Hoy por hoy" para irse a
Canal + me fastidió bastante y pensé que la radio había dejado de tener sentido para mi pero he de reconocer que el bello
Francino ha conseguido recuperarme para la causa. La cosa llegó a un punto en que tenía la radio puesta todo el día, siempre en la misma emisora. A veces la escuchaba, a veces no. El efecto más sorprendente era mi capacidad de acumular inconscientemente información deportiva, una cosa que en general me importa un comino. He llegado a mantener una animada conversación con un taxista a cuento de los fichajes del
Atlético de Madrid, yo, que no he visto más allá de cinco o seis partidos de fútbol en mi vida y me han parecido aburridísimos casi todos.
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Francinorro, 53 tacos y casi tan buenorro como yo mismo |
Aquí en
Francia sigo con mis costumbres radiofónicas. He intentado seguir alguna emisora francesa, un poco por la afición y un poco por aprender algo de la parla de los gabachos. He encontrado una que me gusta, se llama
Europe 1 y parece una versión francesa de la SER. De vez en cuando escucho, de camino al trabajo, un programa de información que presentaba un tal
Marc Olivier Fogiel pero que creo que se ha vuelto a la televisión que pagan más. El problema es que la emisora emite en francés como suele ocurrir con las emisoras francesas, entiendo como la mitad o menos y me produce más frustración que apasionamiento así es que, gracias a la internet, el wi-fi y el iPod touch continúo enganchado a la radio española que es la que me pone verdaderamente. De este modo todas las mañanas salgo de casa informadísimo sobre el tiempo en Madrid, el último motivo de discordia en el Congreso y la gelificación del tráfico en la M-30, ahora conocida como "Calle 30", la misma mierda con distinto nombre. Así bien informado enfilo el
Boulevard de Coubertin, caminito de
Saint Herblain. Me gusta el toque surrealista.
Pues el caso es que andaba yo un poco hastiado del descaro con que criban la información en la SER. No se me malinterprete, yo ya sé que cada medio criba la información en favor de su ideario, más concretamente conforme al de su patrón. Así llega a ser bochornoso en ocasiones el comportamiento de algunos medios. Mi cadena SER, por ejemplo, fue ardiente defensora de
ZP hasta que este se la jugó con los derechos del fútbol a Canal +. En ese momento ZP pasó de ser un astuto político de fino olfato y profundo sentir social-demócrata a una especie de patán, improvisador, incapaz de perpetrar una "O" armado de un canuto. Bochornoso, ya digo. Luego está lo de
Gemma Nierga. Antes me gustaba pero ha llegado a un punto de cursilería, de repollez y de progresía de salón que me pone malito. Y así fue que me lancé a buscar nuevas praderas en las que pastar y mira por donde fui a prestar atención nada menos que a
Federico Jiménez Losantos,
Fedeguico, adalid del facherío más recalcitrante y archienemigo de la izquierda, un tipo que a nadie deja indiferente.
Gracias a esa bendición tecnológica que son los Podcast consigo recuperar el programa de
Fedeguico, que se emite a partir de las seis de la mañana, para luego escucharlo en mis tardes de gimnasio mientras me entrego a la quema desaforada de calorías y a la elevación del espíritu merced a la mortificación de la carne. He intentado escuchar a
Fedeguico de buena fe, sacudiéndome los prejuicios y he llegado a algunas conclusiones interesantes o cuando menos sorprendentes y espero que provocadoras para mi parroquia mayoritariamente socialista, socialista versión española, no la de verdad que de esa ya hablaremos otro día.
Fedeguico, además de su programa de radio, "Es la mañana de Federico", escribe una columna en el diario
El Mundo (también conocido como el
diario Inmundo). El
Fedeguico de La mañana y el de El Mundo dicen lo mismo pero lo hacen en un tono diferente. En su Mañana,
Fedeguico, estrella absoluta del show, interpreta un personaje, un viejo periodista, fogueado en mil batallas, más macho que la hostia y por encima de todo un tipo honrado y
tremendamente indignado. En la columna del periódico
Fedeguico personaje no está y sólo queda de él lo que creo que es a nivel profesional, un tipo cultísimo, formadísimo y enteradísimo de la actualidad y de la política en España y fuera de ella, con unas simpatías políticas muy evidentes que además escribe bastante bien, muy asequible y muy claro, no como
Pedro J que larga unos bodrios alambicados de
cagarsen. Me voy a centrar en "La mañana de Federico" puesto que mi interés aquí y ahora es hablar de radio y no de prensa escrita.
"La mañana" da la impresión de ser un programa de factura relativamente económica. Tiene patrocinadores fuertes, como
La Caixa o
El Corte Inglés. Lo de los primeros tiene su aquel y es la demostración palmaria de que el dinero carece de ideología y sentimientos puesto que el catalanismo es uno de los objetivos de
Fedeguico que sin embargo consigue sortear con gran habilidad el hecho de que La Caixa lo es de
estaveis i pensions, es decir, más catalana que una coca. El programa se estructura en varios bloques, todos construidos en torno a la figura del insigne periodista que es asistido por varias mujeres de cálida voz,
Rosana Laviada,
Isabel González y
Maite Loureiro, que aportan al conjunto un toque muy profesional. Sobre todo me llama la atención como las tres periodistas son capaces de asistir a
Fedeguico apoyando sus argumentos sin apasionamiento y sin parecer unas piradas absolutas. Y es que yo creo que eso es lo que pierde a
Fedeguico, que es un histriónico y por extensión un faltón y un chulo peor incluso que mi amigo
J. Así le va que se pasa la vida de juzgado en juzgado y más que vendrán si insiste en llamar inútiles y golfos a los jueces, un colectivo que nunca se caracterizó por su tolerancia ni por su sentido del humor.
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De izquierda a derecha, Rosana Laviada, Isabel González y Maite Loureiro, las dueñas de las atractivas y profesionales voces que amortiguan las frecuentes salidas de tono de Fedeguico. |
Fedeguico debuta a las seis de la mañana, para dar ejemplo, supongo, con una primera andanada de críticas que tienen por objetivo siempre al gobierno, a Rubalcaba y algo menos a los perroflautas y delincuentes del movimiento 15-M (
sic). Esta embestida temprana es intensa pero corta y a eso de las seis y veinte se retira
Fedeguico a tomar un café, así lo declara, y a estudiarse la prensa para continuar repartiendo estopa a partir de las siete.
A las siete vuelve a la carga Fede, repitiendo los argumentos anteriores y añadiendo algunos nuevos. También suele ampliar el reparto de hostias, un reparto del que sólo se salvan
Esperanza Aguirre y la monarquía, la primera por amor verdadero y la segunda porque hasta
Fedeguico tiene límites. En serio, en una semana le he oído soltar perlas para los que era esperable y además para
Rajoy, para
Felipe González (al que parece tener un cierto respeto), para
Obama, para su archienemigo
Gallardón e incluso para el mismísimo
Aznar y para la
COPE, emisora que dice que se cargaron y de la que comentó que, como son católicos, tenían que poner la otra mejilla pero que la mejilla que ponían era siempre la suya [de él] (
sic de nuevo). La tunda a los malvados se repite a las ocho y a las nueve. Siempre gira en torno a tres o cuatro argumentos que retuerce al máximo y que adorna con anécdotas, críticas, detalles históricos, insultos y muchos, muchos juicios de valor. Finalmente, ya pasadas las nueve, mantiene una tertulia sobre temas de actualidad de algo más de una hora de duración a la que siguen espacios dedicados a la historia, a la cocina y una crónica rosa en la que participa nada menos que
Olvido Gara -
Alaska. Como los medios de
Fedeguico son modestos es él mismo quien facilita la información meteorológica que viene introduciendo como el consuelo de España porque es la única cosa buena que tenemos últimamente. Lo más insufrible de "Es la mañana" para mi gusto es el espacio de humor (?) que mantiene un grupúsculo de pretendidos humoristas que responden por "Grupo risa" en clara referencia al grupo
PRISA, uno de los archienemigos de
Fedeguico; pretenden ser el contrapunto de "Todo por la radio", el tronchante espacio de humor del programa de
Francino pero estos del G
rupo risa son como una
pandi de maristas contando chistes en unos ejercicios espirituales.
Ya lo he dicho al principio pero me reafirmo en ello. Pese a su formato neurótico, encuentro muchas cosas buenas en
Fedeguico. En "la mañana" se informa de hechos y noticias que otros medios comunican muy de pasada o que directamente ignoran. Por ejemplo gracias a
Fedeguico he sabido que
Iñaki Urdangarín cobró 300.000 € de la
SGAE por un informe inexistente 1,2 millones más de
Palma Arena por dos días de cursillo en los que se hablaba de la relación entre ocio y deporte, ahí es nada el temita, y por los que no cobraron ni un céntimo unos cuantos de los conferenciantes. Como ahora al parecer me he vuelto un facha, el hecho de no oír nada al respecto en TVE/RNE, Cadena SER o
El País me hace sentir que me ocultan cosas y que me tratan como si fuese idiota. También me he enterado por
Fedeguico que el encantador diputado de
CiU,
Josep Antoni Duran i Lleida, que ya me parecía un racista impresentable a cuento de las atrocidades que le escuché en la última campaña electoral autonómica, vive en una suite del
Hotel Palace que le pagamos a escote los españoles; supongo que de pagar él, ya habría buscado un apartamento cerca de una boca de metro. Estoy profundamente de acuerdo con
Fedeguico en que no es de recibo que una tipa justifique que el partido político al que pertenece se niege a participar en los actos de la
Diada en los que ondee la bandera de España y que al mismo tiempo sea
Ministra de Defensa del país al que hace semejante desprecio, es un despropósito, un abuso y una sinvergonzonería como mínimo. Comulgo con
Fedeguico en la idea de que dos ministros del gobierno (
Chacón y
Caamaño) y el presidente del
TSJC animando a pasarse la sentencia del mencionado tribunal y la propia constitución española por el forro de los cojones debería ser causa para su cese inmediato cuando no para llevarlos a los tres a juicio junto a Artur Mas que ha declarado sin ningún recato que no piensa acatar la sentencia. Suscribo las palabras de
Fedeguico cuando la emprende contra el impuesto de patrimonio aduciendo que es ilegal porque cobra impuestos dos veces sobre lo mismo porque es verdad, porque afecta sólo a las clases medias porque los ricos rara vez son dueños directos de lo que disfrutan, normalmente lo poseen empresas. Y así tantas cosas.
Por último hay que decir que
Fedeguico es un tipo que se ha enfrentado a los individuos más poderosos de nuestro país encabezados en este caso por la familia
Polanco y
Juan Luis Cebrián y ha sobrevivido. Le quitaron el trabajo, le censuraron, le pusieron en el punto de mira y aún así ha sido capaz de montar su propia emisora de radio y ahí sigue, aguantando como un jabato después de tres años. Te puede gustar más o menos
Fedeguico pero eso no lo hace cualquiera, no señor.
Es bueno que haya
Fedeguicos rompiendo la armonía y la atonía y es bueno prestarles oído y atención, aunque sea de vez en cuando. Te hacen pensar, te cuentan lo que otros te ocultan, otros que a su vez te cuentan cosas que
Fedeguico no y así puedes hacerte una idea algo más aproximada, que nunca precisa, de la realidad. Yo recomiendo que lo escuchéis intentando abstraerse del personaje y atendiendo a sus buenas razones y las noticias que otros ocultan. También hay una buena dosis de estupideces en
Es la mañana de Federico pero ¿dónde no las hay?
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Federico Jiménez Losantos, un tipo que vale la pena si sabes sacudirte los prejuicios y mirar más allá |