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jueves, 28 de abril de 2011

Ya lo siento...

Yo procuro ser un buen patriota, un español modélico. Lo intento de verdad, con perseverancia, así como que en general generoso pero siempre con una porción de mezquindad, bien orgulloso para ocultar mis debilidades y además de todo esto hago lo posible para tener asco a los franceses que, como todos sabemos, es una atávica tradición española que justificamos en las putadas diversas que nos han ido haciendo a lo largo de la historia y que ellos, los franceses, ignoran por completo. No digo más que aquí a los gabachuás les mencionas el 2 de mayo de 1808 y no tienen ni la más remota idea de lo que pudo ocurrir en tal fecha, es cosa de connaisseurs totales. Peor aún, tú te pillas por banda a un francés, le cuentas la heroica actuación del pueblo de Madrid y del alcalde de Móstoles y no les impresiona lo más mínimo, les resulta completamente indiferente e irrelevante y lo cierto es que así es, totalmente irrelevante para Francia por más que a nosotros nos costase el siglo. En un ejercicio de comprensión he llegado a la conclusión de que a los franceses más que echarlos de España, como que se fueron ellos solos porque les salía más caro el collar que el perro pero bueno, es una impresión, no lo he leído en ningún sitio. En fin, que son unos cabrones, seis años guerreando contra ellos y ni se acuerdan.

Pues eso, que yo procuro tenerles asco y sacarles muchos defectos pero hoy no puedo, me han desbordado y no puedo. La cosa empezó hace unos días, cuando decidieron hacer patrimonio cultural de la lidia. Creo que todos estamos enterados de que hay plazas de toros en Francia, concretamente en la zona del Mediterráneo, justito, justito al lado de Cataluña, también es casualidad. Por lo que yo sé es especialmente célebre la plaza de Nimes aunque advierto que de toros sé poquito porque personalmente lo encuentro un espectáculo sanguinario y atroz a la par que aburridísimo, precisamente por eso mi opción es no ver corridas de toros. No iría a una corrida de toros ni aunque me regalasen unas entradas de lujo en Las Ventas, buscaría a alguien que las disfrutase más que yo para dárselas. Sin embargo no puedo ignorar que si algo representa a España es la imagen del toro de lidia y las corridas de toros, eso es así y con eso se asocia al país, igual que a los franceses con la Torre Eiffel, a los ingleses con el té de las cinco y a los alemanes con las salchichas y la cerveza. Y mira que estoy convencido de que habrá por ahí ingleses a los que repugne el té, alemanes abstemios que no soporten las salchichas e incluso, aunque esto es menos probable, algún francés al que la torre le parezca fea y Eiffel un hortera. Sin embargo jamás en la vida a ningún escocés se le ocurrió prohibir el té en Edimburgo, ni a un alemán las salchichas en Kiel, ni siquiera a un prefecto saboyano o aún a uno corso quitar las imágenes de la Torre Eiffel de las escuelas de su región. Y aquí es donde viene la peculiaridad española porque a los españoles, a una parte de ellos, concretamente al colectivo conocido como "nacionalistas catalanes" resulta que se les ocurre prohibir las corridas de toros y, manda cojones, se amparan en la libertad y el respeto a los animalitos. Y todavía peor es la colección de retrasados mentales que les comprenden, les toleran y les hacen los coros en Cataluña como en el resto de España. Así que llegan ahora los malignos gabachos, hacen lo que han hecho y J va y me pregunta que qué pienso, pues que voy a pensar hijo mío, que es verdad, que en España no cabe un tonto más como se dedican a demostrarnos nuestros vecinos los odiosos.

La segunda ha venido de mis indagaciones sobre los impuestos porque en Francia, como en el resto del mundo civilizado, la primavera es época de declarar los ingresos al fisco. Pues bien, en esto de los impuestos nos dan ciento y raya, aquí los malotes francesones. Para empezar, a diferencia de lo que ocurre en España, aquí la ciudadanía no le presta dinero al estado, aquí no te hacen retenciones a cuenta, cero pelotero, se paga a toro pasado (¿veis lo que digo de los toros y nuestra cultura?). Lo puedes pagar todo de un golpe o prorrateado en trimestres o incluso mensualmente pero siempre estás pagando por lo que has ganado, jamás por lo que vas a ganar. Esto trae dos consecuencias, la primera que tu dinero lo administras tú y la segunda que nunca hay declaraciones negativas.

Pero lo mejor es el nivel impositivo. Yo creía que la fruta española era la mejor del mundo, mentira, se ve muy bonita pero no sabe a nada. También creía que los impuestos de España eran los más bajos. mentira también: el año pasado pagaba yo el 26% de mi sueldo bruto; este año pago un 7% Nada más que añadir. Voy a tener que pagar menos de 300 € por mis ingresos de 2010, eso sí, el primer año no me dejan prorratear, hay que soltarlos de un golpe. Espero un furibundo comentario del facha de J.


Sarcozix, versión gala de nuestro ínclito president, que se las ve y se las desea para mantener las finanzas del estado. La Grandeur es cara.

Hay más impuestos sí, hay más. Cada mes pago por la seguridad social y una colección de mini-impuestos que suman en total el 24%. Eso me supone que, en conjunto, pago un 31% que es lo que pagaba en España o poco menos, juntando IRPF y Seguridad Social. Lo que pasa es que aquí mi sueldo es sustancialmente mayor que allí. Por cierto, cuando tengáis que pagar el peaje de una autopista francesa tened en cuenta que aquí no se paga impuesto de circulación. La semana que viene aprovecharé mis vacaciones para acercarme a Pamplona a visitar la puta Hacienda Foral, un engendro que no debería existir, a reclamar el dinero que me obligaron a prestarles sin intereses el año pasado, todo muy cómodo.

Otro día hablaré de otras dos maravillas de Francia: El Calvados y el Armagnac.

viernes, 22 de abril de 2011

Como puta por rastrojo

Vaya, pues parece que se va creando un cierto hábito a esto de Lo que me gusta y lo que no me gusta por parte del algunos miembros de la reducida pero fiel parroquia. Lo digo porque me han recordado desde varios lugares que hace ya unos días que no escribo nada y es cierto, concretamente hace nueve. ¿Y por qué esta sequía litraria? Pues por dos buenos motivos, dos:

El primero es porque he vuelto a sufrir un periodo de trabajo intenso que me deja machacado y sin ganas de na.

El segundo es que los fines de semana no paramos también por dos buenas razones:

La primera es que hace un tiempo de puta madre, no como en Sevilla que han tenido que sacar a La Macarena con un chubasquero del Decathlon, y apetece mucho más estar en la playa o de paseo por Nantes que en casita escribiendo bobadas.

La segunda es que Guillermo, mi joven y vigoroso descendiente, ha pasado una semana fuera de casa en viaje de estudios y se nos apetecía estar por ahí de paseo para aprovechar la paz que su ausencia ha generado, paz terminada, por otra parte porque la criatura regresó ayer.

Tengo un montón de temas sobre los que escribir. Yo creo que los voy a introducir todos un  poco así como hacen en las teleseries, que te ponen un anticipo del siguiente capítulo para motivarte. La diferencia es que yo probablemente no vuelva a decir nada sobre los temas en cuestión pero mira, nadie es perfecto. De todas formas si me engancha alguno lo suficiente ya volveré sobre ello. Vamos allá.

Fin de semana nantaise

Aprovechando el anticiclón y la consecuente ausencia de las típicas lluvias bretonas nuestros protagonistas descubren algún rincón de la ciudad de Nantes que no conocían así como del uso del "navibus" un autobús que es también un barco y que se coge con el mismo billete que el bus. Tras la experiencia náutico-autobusística los héroes de este nuestro blog disfrutan del visionado de una película francesa protagonizada por actrices españolas "Las femmes du 6eme" (muy maja, vedla si se estrena en España) y rematan con una visita dominguera a la simpática villa de Châteaubriant, que tiene un hermoso château como su nombre indica.

El auténtico navibus nantaise

Turista dominguera en Châteaubriant

La playa de Le Croisic

Aprovechando el anticiclón y la consecuente ausencia de las típicas lluvias bretonas nuestros protagonistas se pasan el sábado en un pedazo de playa de la isla de Le Croisic, donde Guillermo hace un agujero de casi un metro de profundidad para enfado de su madre y un servidor se baña en aguas del Atlántico imitando a su progenitora que si la ve uno sin estar avisado se cree que es una sueca loca bañándose en diciembre en Alicante.

Intento de autoenterramiento en la playa de Le Croisic

Mirándome el ombligo


Aprovechando el anticiclón y la consecuente ausencia de las típicas lluvias bretonas que inflama de optimismo y alegría el corazón de este humilde escribano se me ocurre consultar la sección de "Estadísticas" del blog y descubro que tengo visitas de los lugares más insospechados, a saber, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Chile, Argentina, México, Reino Unido, Suiza, Singapur, Japón... El estudio de esas estadísticas desencadena en mi una serie de profundas reflexiones sobre lo inopinado de la existencia y lo pequeño que es el mundo que dejaremos para mejor ocasión.


Aquí no sale pero este mes he tenido visitas de Irán. Concretamente dos.



El fumbol y la madre que lo parió

Aprovechando el anticiclón y la consecuente ausencia de las típicas lluvias bretonas nuestros protagonistas se reúnen en casa con Mónica, reciente incorporación en la colonia española de Nantes, para ver la final de la Copa del Rey, cosa que conseguimos merced a la televisión pública alemana, ZDF, porque las francesas lo daban en Canal + (de pagar) y la TVE internacional había programado un interesantísimo capítulo de "Arte y tradiciones populares: Lazos sentimentales entre Lagartera y El Bierzo". En esta ocasión este humilde escribano se desmelena y acaba voceando el gol de Cristiano Ronaldo como un auténtico energúmeno. Si bien esto desencadena en nuestro protagonista una serie de profundas reflexiones sobre lo inopinado de la existencia y lo pequeño que es el mundo que dejaremos para mejor ocasión, no puede remediar el ir a la mañana siguiente a darle la chapa a Silvia que es de Barcelona y del Barcelona.


Progresando con el francés

Aprovechando el anticiclón y la consecuente ausencia de lluvias, me envalentono, me crezco y me arranco a hablar en francés con los prójimos nativos. En general no parece que se me de mal, la gente se entera y como son educados y contenidos, nadie se descojona de mi. En el colmo del atrevimiento hago un chiste "Os asvierrrto que ya ser mocho peligrrrosssa porrque entenderr mocho más de frransés que tú vosotrrros piensa" y todos se ríen mucho. Prefiero no saber de qué. La última es una edición francesa de este mi humilde blog que escribo para que Julie, mi profesora, me corrija convenientemente.


Ya somos una más

La colonia española en Nantes ha crecido. M se ha unido a nuestra comunidad tras ocupar un puesto de Senior Scientist en Vivalis. M viene de Pamplona, huyendo de mi anterior empresa. Aquí ya no trabaja conmigo pero estamos en el mismo edificio. De momento parece que se adapta muy bien, claro que ella cuenta con la ventaja de que habla francés...


Hay un monstruo en mi armario

Aprovechando el anticiclón y la consecuente ausencia de las típicas lluvias bretonas Laura se ha lanzado a la producción con su pequeña productora "Hay un monstruo en mi armario". Como no podía ser de otra manera a sus papás se nos cae la babita con lo que hace la niña. A continuación los links que conducen a sus obras completas.

Canción interpretada por su amiga Rita
JAJA (esta es buena)
Llego tarde
They don't want cars
Noodles jr (monólogo)
Galletaaaaaas

Además de esto parece que ha borrado uno que tenía en el que iban los dos al colegio y luego hay un reportaje sobre la cultura japonesa en Nantes que no cuelga de la internet pero que es muy, muy bueno. Lo más curioso es que todo esto lo hace con la función de vídeo de una cámara de fotos de color rosa y un trípode, todo "tomado prestado" a su madre.

Pues eso, que ya volveremos con más tiempo sobre uno o más de todos estos temas fascinantes. O no.

martes, 12 de abril de 2011

A vueltas con la fama

Yo solía ver un programa de televisión que daba La Sexta y que se llamaba "El aprendiz". Era un reality. Mira que a mí los realitys me dan bastante asquito pero este me tenía enganchadísimo. Diré en defensa de mi imagen de progre (que diría uno) y de alternativo (que diría otra) que la audiencia del reality en cuestión debía estar por los suelos, lo que deduzco de dos hechos objetivos:

1. Jamás hubo segunda edición
2. Cada vez lo ponían en un horario más intempestivo, así como si nadie lo viese

"El aprendiz" consistía en reunir una colección de gilipollas con un ego que hacía parecer humilde al mismo Cristiano Ronaldo en una casa. Armados de diversos másteres, títulos universitarios y brillantes currículos, los presuntos JASP (premio para el que recuerde lo que era un JASP) tenían que montar negocios de lo más variopinto y ya de paso demostrar lo líderes y lo listísimos que eran todos. Por supuesto, competir unos con otros y bien destrozarse mutuamente para solaz del público era parte fundamental de la diversión que se remataba en cada episodio con el "despido" que es como aquí se llamaba a la expulsión, de uno de los aprendices por parte de Lluis Bassat que ejercía como jefe supremo de la muerte. La televisión ya se sabe, siempre fomentando los más exquisitos valores neoliberales. Pues recuerdo que en esto de "El aprendiz" había un cretino obeso y pijo que en un momento dado se empecinó con una idea promocional ridícula que había tenido y que cuando le entrevistaban "pre-mortem" (ese día salía del programa) dijo algo así como que él se enamoraba de sus ideas. Pues eso mismo me ha pasado a mi con mi idea de ayer que pasaré a llamar el famosómetro, que me he enamorado de ella así que aquí vuelvo a seguir dando el coñazo con lo mismo.

Invitaba ayer en mi último párrafo a que algún miembro de la reducida pero fiel parroquia (mía) organizase un sistema de cuantificación de la popularidad basado en mis observaciones, así, como los buenos, creando escuela. Pero no os voy a dejar ni eso, ya me he organizado yo mismo la cuantificación. Por lo pronto he montado una escala para valorar las respuestas de Google que es como sigue:

  • Por cada web en la que figure el individuo famosimetrizado se suman 5 puntos de popularidad si viene de un facebook o red social y 10 si es de otra procedencia, es decir, no es de autopromoción. Esto porque no es lo mismo hablar de uno mismo que el que hablen de uno.
  • Por cada foto que saque Google sumamos 20 puntos porque una imagen vale más que mil palabras y eso cuenta.
  • Por cada vídeo 100 puntazos porque un vídeo es el acceso más grande a la popularidad. Sube a cualquier imbécil a un escenario y lo conviertes en objeto de deseo, pon a Enrique Iglesisas en una hamburguesería y no le hace caso ni Dios (demostrado).

Establecido el sistema, lo he aplicado al terceto J, F y yo que utilizaba en mi investigación anterior. La aplicación ha confirmado la sospecha, como puede verse en la tabla adjunta:


Efectivamente, la fama de Joaquín supera ampliamente a la de sus amigos, particularmente en el terreno gráfico que al fin y al cabo es lo importante porque a ver, ¿quien es más popular, Belén Esteban que se pasa la vida en la tele o Elvira Lindo que está venga a escribir sin apenas asomar la nariz en una pantalla?

En fin, alentado por mi éxito sin precedentes (efectivamente, no practico la humildad en la intimidad) me he animado a evaluar cual es el más popular de los celebrados hermanos Provencio Montero y he aquí el resultado:


Véase que Salvador es el más popular de los cuatro, fama que debe a su gran éxito cinematográfico "Doblada 2", cuyo visionado recomiendo vivamente desde aquí. Maria José debe su popularidad a su condición de funcionaria, los funcionarios aparecen en un montón de entradas relacionados con el BOE y los listados de personal, mientras que Pedro aparece en las listas de participantes de las miriadas de carreras populares en las que participa mientras que sus patrones se comportan con mucha discreción, como no podía ser de otra manera. Pilar es muy discreta. ¿A qué mola mazo el invento? Pues hale, aquí lo regalo para fomentar el progreso de la humanidad, tal es mi humilde contribución al bienestar del hombre.

De todas formas no me he quedado en esto, también he estado reflexionando sobre lo merecido e inmerecido de la fama y he llegado a la conclusión de que la popularidad es algo injusto y caprichoso. Para muestra bien vale un botón. ¿Quien no conoce a Silvio Berlusconi? Primer Ministro de Italia, dueño de un imperio mediático (imperio mediático, cómo me gusta ese término), amigo de Aznar, más liberal que Esperanza Aguirre y Francisco Camps juntos, todo un personaje. Y todo porque tiene más vídeos él sólo que los que jamás tendrán J y S juntos. Pero quién, atentos, ¿quién coño conoce al peluquero de Berlusconi? ¿Y es que acaso ese señor (asumo que es un señor porque Silvio sólo mantiene un tipo de relación con las mujeres) no es persona de grandes méritos? Júzguenlo ustedes mismos.


Berlusconi antes y después de su anónimo peluquero

domingo, 10 de abril de 2011

El desolador panorama de nuestra gloriosa reputación (método de cuantificación de la popularidad)

Hace unos días recriminaba a J que estoy muy molesto con él. Con él y con nuestro amigo F. Reclamada la lógica explicación por su parte le expliqué que de un tiempo a esta parte veo continuamente a María Antonia Blasco en televisión y que a él no y que encima, en estos tiempos de incertidumbre nuclear que nos abruman desde Japón que están dando muchísima cancha a una legión de especialistas en horrores nucleares que intervienen continuamente en radio y TV, no hay rastro mediático de F; ¡con lo bien que da en cámara!

J hace trabajos de gran valor científico que sin duda contribuirán a mejorar lo miserable de la condición humana, lo digo en serio. Trabaja en cáncer de mama y últimamente anda descubriendo cosas verdaderamente interesantes. Encima es más guapo que María Blasco pero, ¡ah amigo! la Blasco que es feucha y desgarbada ha descubierto la fuente de la eterna juventud aplicada a los ratones de laboratorio y el simplismo popular rápidamente ha asumido que si se puede hacer con un ratón se podrá hacer con las personas. Encima, y de esto puedo dar fe porque los he escuchado a los dos, a María Blasco se le entiende mejor. El resultado es que últimamente no hace más que salir en televisión, reportaje tras reportaje, y el insigne J se queda para la prensa escrita. Para colmo la local.

Los científicos españoles María Blasco y Joaquín Arribas

Peor aún es lo de F. Mira que están saliendo especialistas en energía nuclear y en los estragos que produce. Mira que se sacan especialistas en el tema para todos los debates radiofónicos y televisivos que se emiten desde lo de Fukushima. Pues nada, sin noticias de F.

Fernando Usera, especialista en Protección Radiológica aunque la foto  se las trae

Andaba yo ene estas reflexiones cuando se me ha ocurrido cómo medir la popularidad que cada cual tenemos. Nada más fácil para esto que la internet. Así pues me he plantado en Google y he empezado ha medir la popularidad de cada cual. He comenzado con J, tecleando su nombre en la búsqueda de webs. La primera página de resultados, toda suya. Suficiente. Otro tanto ocurre en el caso de F. Por último he tecleado mi nombre y dos apellidos y he descubierto que mi fama es como mínimo una entrada inferior a la de mis amigos, al menos en la primera página.

A continuación he pasado al segundo nivel de popularidad, imágenes de uno en internet. La red atesora una cantidad notable de imágenes de J: J en el laboratorio, J con sus colaboradores, J con su jefe, J con corbata... Definitivamente J es un tipo popular. La imagen que presento hoy está directamente tomada de la internet. Después he repetido la operación con F. Sólo me ha devuelto el buscador dos imágenes en las que le reconozco, una de las cuales adorna este blog. Finalmente he puesto mi nombre y he buscado imágenes. Google me ha devuelto una variopinta colección de individuos feos con aspecto de facinerosos, ninguno de los cuales soy yo. Además he descubierto que hay por ahí un tal Alfredo Martínez que se dedica a la información deportiva, que es muchiiiiisimo más interesante que nada que yo pueda hacer o decir y que por tal motivo bloqueará cualquier tentativa mía de saltar a la popularidad mediática a menos que me cambie de nombre o me líe con Belén Esteban. Ninguna de las dos cosas entra de momento en mis planes.

Belén y yo, una pareja imposible, no sólo por distancia física que nos separa...


Algunos de los individuos con los que comparto nombre y primer apellido
Todavía he querido ir un paso más allá en la cuantificación de la fama y he pasado a teclear los nombres de los Tres Infantes de Carrión, Usera, Arribas y Martínez, en la sección búsqueda de vídeos de Google. En mi caso, primer descalificado, mi nombre aparece asociado a una colección interminable de jugadas de fútbol narradas por el tal Alfredo Martínez, ya digo que nunca seré nada en la vida. Acto seguido he buscado los vídeos de mi amigo F pero lo suyo está tomado por enajenados que hacen cosas en el popular barrio de Usera, de Madrid. Cosas en general bastante estúpidas y macarriles debo añadir. Ha habido un leve destello con un vídeo que se titulaba "Don Fernando de Usera jugando a los bolos" que tenía 35 visitazas pero creo que era un fulano que se llama Fernando, que vive en Usera y del que han colgado sus amigos un vídeo de malísima calidad tomado mientras intentaba jugar a los bolos. Con gran escepticismo he buscado vídeos de J pero mira tú por donde, me he encontrado nada menos que dos, y los dos relacionados con el auténtico J. El primero es uno en catalán en el que sale él (él no habla en catalán pero sí que se ha sacado la patata entera que habitualmente lleva en la boca y que dificulta que los otros humanos entendamos bien lo que dice) explicando cosas de su trabajo. Si hay curiosidad se le puede ver en http://www.youtube.com/watch?v=EvuE5wUA1vE El otro vídeo es la lectura de un cuento que envió a la radio, no tiene la misma gracia porque no sale él.

Pues nada, ya sabéis en qué se puede uno entretener un domingo por la tarde, en medir su popularidad o la de sus amigos. Yo no me he puesto a hacer escalas pero igual se podía.

sábado, 9 de abril de 2011

¡A sudar!

Esta tarde he estado corriendo. Un poquito nada más porque llevo unos cuantos días de parón, comiendo malamente y bebiendo cosas alcohólicas. Y es que la tentación es grande y más ahora que he recuperado la vida en familia. Es fácil entrar en la rueda de trabajar muchas horas, llegar tarde a casa y comer y beber sin ningún cuidado. Cuando estaba solo en Pamplona me costaba menos, como no tenía nada mejor que hacer ni quien me echase en falta, llegar a casa a las siete y media o las ocho y salir a correr no me suponía un gran sacrificio. Pero aquí no es igual, el sofá con compañía tienta mucho. Pero no hay que rendirse, no hay que rendirse nunca, no hay que dejarlo nunca. A mí hay una serie de frases de procedencia diversa que se me graban a fuego y me acompañan en todo momento y supongo que seguirán conmigo hasta que se me acabe el tiempo; esta concretamente es de mi padre que cuando quiere es un hombre sabio, atentos: "Lo que no se usa, se pierde". Yo creo que cuando lo dijo se estaba refiriendo a una parte de la anatomía humana sobre la que, en principio, no tengo pensamiento de escribir hoy pero sea como fuere es una sentencia certera y cargada de realidad. Yo por lo menos me la tomo muy en serio. Será porque he visto a seres humanos válidos desaparecer entre las fauces de un mando a distancia. El mando a distancia te engancha a un sofá y con él cambias canales en un televisor. El sofá se alimenta de tu tono muscular, de tus piernas, de tu espalda. La televisión consume tu cerebro, te inhibe de pensar y de hacer y al final acabas siendo un cachocarne agilipollado y carente de vivencias propias. Vamos a ver, que yo tampoco soy un talibán que quiera la destrucción de los televisores y que los considere un arma de Satanás, ni mucho menos, a mi la televisión me gusta pero todo en su justa medida.

En fin, decía que había venido de correr. Hace bastantes años que corro con cierta regularidad. En términos relativos soy "un paquete" porque corro a un ritmo bastante lento y no he sido capaz de hacer más de los 21 Km de la media maratón y esto con gran esfuerzo y no poco sufrimiento. Pero mirando al total de la población, ¿cuántos de mi edad y condición hacen esto en lugar de dejarse arrastrar al fondo del riesgo del padecimiento cardiovascular, ein? Además correr no me gusta demasiado, es aburrido y resulta cansadísimo, realmente da gusto cuando te paras. Sin embargo tengo buenas razones para vencer la natural pereza, calzarme las zapatillas y salir a recorrer parques y aceras cual si me persiguiesen los malos, en ocasiones con lluvia e incluso nieve, alguna vez con demasiado calor, a menudo por la noche. Yo corro lo primero para mantenerme en forma, para tener piernas fuertes, fondo físico y quemar algo de la grasaza que me sobra, en suma para no perder la capacidad de moverme en reconocimiento a lo que sentenciaba mi padre. Lo segundo y no menos importante, corro para ejercitar la fuerza de voluntad, para demostrar que cuando decido que soy capaz de algo, realmente soy capaz, que no es un farol vaya, sólo así se consigue llegar a la meta de una media maratón o lo que sea que uno decide correr o enfrentar en la vida. Yo lo recomiendo vivamente.

No soy el único. J corre, corre como un gamo el jodío. Además es perseverante y disciplinado y, como está un tanto chalado, lo ha convertido en una suerte de práctica religiosa. Corrimos juntos las dos últimas ediciones de la Media Maratón de Madrid pero lamentablemente este año no va a poder ser. Lo echo de menos. Otro que corre como un profesional es P, mi cuñado. Además como para según que cosas es un poquito cabeza cuadrada (como su hermana, ahora que no me escucha), sigue un metódico entrenamiento convenientemente programado que le permite altos rendimientos y correr maratón tras maratón sin despeinarse (si bien para él lo de no despeinarse tiene un mérito relativo nada más). Además piensa que J, F (que también corre) y yo somos una partida de túzaros indisciplinados y que un día nos va a pasar algo por afrontar esfuerzos para los que no estamos preparados. Ya veremos.


Tres bravos corredores, pasaditos los cuarenta y tan ricamente

El caso es que corremos, que hacemos ejercicio y que así no sé si nuestra vida será más larga pero seguro que tendrá más calidad. Y si no se corre porque no se puede o no se quiere, hay multitud de deportes, gimnasios, pistas de tenis, campos de baloncesto, piscinas, etcétera, etcétera, etcétera que le permiten a uno mantener la máquina a punto para no ser despedazado por un mando a distancia y un sofá. No hay excusa.

De mantener viva la neurona no digo nada porque doy por hecho que si tenéis la paciencia de leer esto es que sois gente que dista mucho de enajenarse frente a un televisor hasta que se le licua el cortex pero cuidadín, en el sofá también se lee.

lunes, 4 de abril de 2011

Berecíbar y otras hierbas

Estoy con la televisión puesta y tengo "Españoles en el mundo" como música de fondo, ese programa que en una ocasión me llevó a preguntarme si vivir en el extranjero agilipolla. La pregunta sigue ahí y espero algún día recibir vuestra respuesta. Parafraseando el título del programita había pensado en llamar a esta entrada "Españoles en Nantes", luego lo he cambiado por "Españolas en Nantes" y finalmente he decidido ir al turrón porque hoy me propongo hablar de Berecíbar, Amaya.

Mi primera referencia sobre Amaya vino a través de Silvia que, con ese optimismo que habitualmente destila, me dijo "hay otra española en Vivalis, es una chica de Bilbao". Yo, que recién llegaba de Pamplona, venía ya bastante ilustrado en temas vasco-navarros. Ya sabedor de que había otro ente español en la empresa, pasaban los días sin que diese con ella. Un día pasó por mi edificio una individua con un aspecto de vasca que tira de espaldas, que se dirige a mí y con voz atronadora me espeta "¡Hola! ¿Tú eges el español, vegdad? Yo soy Amaya, de Bilbao" y se fue... Me quedé tieso porque los rasgos físicos y el tono de bronca de su voz eran inequívocamente vascos pero el acento y el corte de pelo eran franceses (en Bilbao le habrían hecho uno de esos cortes que se hacen allí las mujeres y que parece que tienen la cabeza cuadrada). Estuve tentado de preguntarle si era "Amaya" o "Amaia" porque con los vascos uno nunca sabe y puestos a ofender, que sea a sabiendas. Por suerte no se lo pregunté porque algún tiempo después me di cuenta de que no habría entendido la sutileza.

Mi relación social en el trabajo durante las primeras semanas era Silvia. Es lógico porque Silvia es una persona sociable, no como yo, y por eso mismo fácil y agradable de trato. Silvia tenía ya muchas relaciones, entre ellas Amaya con la que salía a comer alguna que otra vez. Un día me propuso ir a esas comidas. Así de primeras me dio un poco de cosa porque la vasca me daba un cierto miedito pero vaya, que tampoco me iba a pasar nada así que acepté. La primera de muchas, es más, la penúltima vez fuimos Amaya y yo solos porque a Silvia se le había roto no sé que tripa.

Amaya, o simplemente Berecibar que es como me gusta llamarle de vez en cuando, es un híbrido cultural y ella lo sabe. Efectivamente su aspecto es inequívocamente vasco, creo que tiene un pedigrí euskaldún que para sí lo quisiera uno de la mesa nacional del PNV. Sin embargo le llevaron a Francia de niña con lo que su educación es francesa y el resultado es sorprendente. Habla español perfectamente pero tiene un acento francés bastante notable. Con ese vocabulario y ese acento parece que está imitando a un francés hablando en español. Luego tiene de vez en cuando unas salidas gabachas curiosísimas que también resultan sorprendentes porque al cabo de un rato la interiorizas como española pero lo cierto es que ella ejerce de francesa la mayor parte del tiempo como es natural. Me hizo mucha gracia cuando comentaba que su madre le preguntaba "que pog qué le he puesto a la niña Clotilde, qué si me ha hecho algo la pobrge, anda esta, pues pogque me ha dado la gana" (N del A: el nombre de la chica se pronuncia Clotild -con la "d" muy suave- que suena mejor que el formato español, por lo menos a mí me lo parece).

Hace poco tuve ocasión de ver a un hermano suyo. Espectacular. Tiene el mismito aspecto de la gente que te cruzas por el Paseo Sarasate de Pamplona. Te tienes que frotar los ojos para darte cuenta de que la txapela se la estás poniendo tú con la imaginación. Eso sí, abre la boca y tiene exactamente el mismo acento francés que la hermana lo cual me da que pensar que en realidad ella es así, no es que se lo esté haciendo para dar la nota.

Amaya tiene una vida laboral un poco complicada porque su jefe es un cretino hortera que no vale la mitad que ella pero ahí está. Para colmo hace poco le han operado un cáncer, afortunadamente con buen resultado, debo añadir. A pesar de todo ella continúa cabezona y peleona, demostrando que carece de la cursilería y pusilanimidad tan frecuente entre los franceses. Igual es cosa de la genética. Gracias a Amaya estoy descubriendo muchas cosas de Francia y los franceses. Es además una persona generosa y con gran sentido del humor por todo lo cual le estoy muy agradecido y le deseo lo mejor.

PASATIEMPO: En la fotografía aparecen Amaya, vasca francesizada, y Silvia, catalana echada a perder (tiene casa en Madrid y le gusta, por más que continúe siendo seguidora del Barça). Adivinar cual es cada una.

Amaya con Silvia. ¿Cuál es cuál?

21 Festival de Cine Español (segunda entrega)

Hoy se ha terminado el festival y hemos pasado por allí así que tengo algo que contar. Por lo pronto decir que en el listado de visionados se me olvidó meter "Lope", una película de un tal Andrucha Waddington, protagonizada por Alberto Ammann (el funcionario de prisiones de "Celda 211" que se ve atrapado en el motín), Leonor Watling que en esta no enseña las tetas y Pilar López de Ayala entre otros actores. La historia está inspirada en la juventud de Lope de Vega, está hecha con mimo y se deja ver, es entretenida.

Cartel promocional de Lope

Hoy era el pase de la película más sonada del festival "Chico y Rita", de Fernando Trueba y Javier Mariscal. Esta, en lugar de presentarla en el cine Katorza la proyectaban en el Teatro Graslin pero había buenas razones para ello. Una la obvia del aforo, más grande en el teatro que en cualquiera de las salas de proyección del cine pero además es que hoy era la gala de cierre del festival con todo y su entrega de premios que yo con gusto me habría evitado pero bueno, ahí estaba. Lo peor de la gala ha sido que combinaban mal su duración más la de la película con el asiento del teatro, literalmente un dolor. Un dolor de esos que te cogen todo el culo y de los que por más que intentes recolocarte en el asiento no hay manera.

La gala era en francés claro, para eso pagan el festival. No obstante no deja uno de sorprenderse de la cantidad de gente del cine español que se maneja en francés, empezando por el propio Trueba. La gala la dirigía un individuo que no sé quien sería, que allí iba contando sus cositas y mencionando los premios, las películas seleccionadas y cosas por el estilo. En un momento dado el individuo en cuestión al que en lo sucesivo me referiré como presentador A, introdujo en el escenario a una individua a la que llamaré presentadora A'. El presentador A y la presentadora A' parecían estar contando algo de cierta controversia lo cual no me sorprendió porque a los franceses les encannnnta discutir. En un momento dado subieron al escenario tres individuas a las pasaré a designar como presentadora mudita B1, presentadora mudita B2 y presentadora mudita B3. Las presentadoras muditas aparte de no decir nada como su propia designación sugiere, llevaban en la mano unos carteles y en la cara unas barbas que si bien no tengo certeza de ello, yo juraría que eran postizas, entre otras cosas porque eran de distinto color que el pelo. La situación era la siguiente: Presentador A y presentadora A' frente a sendos atriles y micrófonos diciendo cosas y persentadoras muditas B1, B2 y B3 interpuestas entre estos y el público, de cara a la platea y con sus cartelones en la mano. La visión era un tanto extraña pero uno nunca sabe donde acaba la performance y donde empieza la realidad, particularmente si no entiendes el idioma en que te lo están contando. En un momento dado presentador A comenzó a pisarle la parla a presentadora A' que hacía como quien oye llover y seguía hablando, concretamente citando una lista de nombres. Al final de la lista las presentadoras muditas dieron la vuelta al cartel haciendo visible lo que llevaba escrito. Visible relativamente porque Vistalince Provencio que estaba sentada a mi lado no alcanzaba a leerlo así es que yo me supongo que había algo escrito pero soy incapaz de distinguir el grafismo. He llegado a la conclusión de que el tema venía a ser una revindicación por la escasez de mujeres entre el jurado, ninguna, pero esto es una conjetura, a ver si me entero.

El premio principal del festival se lo ha llevado "Pa negre" que no la he visto pero se me antoja un tanto depresiva y me da un poco de pereza. Lo mismo es una película extraordinaria, vete a saber. También le han dado un premio por no sé qué a Alex de la Iglesia, por su "Balada triste de trompeta" que cuanto más recuerdo menos gracia me hace, la verdad. Nos ha resultado muy satisfactorio que a Borja Cobeaga le diesen el Premio del Público, a mi juicio el que vale de verdad, por su "No controles" que ya comenté el otro día y luego encima una mención especial por un corto también suyo, absolutamente desternillante, que precedía a su película y que se titula "Un novio de mierda". Muy llamativo me ha resultado el premio que otorgaba El Colegio de España al mejor documental. Se lo ha llevado una película titulada "Prohibido recordar", una historia sobre la represión franquista en la cárcel de mujeres de Santuarrán. La película la firman unos tales Txaber Larreategui y Josu Martínez. Este último ha agradecido el premio y lo ha dedicado a todas las mujeres de Santuarrán y a todos los presos políticos del mundo, "también a los 715 que hay en España" en clara alusión a los asesinos de ETA que cumplen condena en las cárceles españolas. Me ha dado bastante asco, la verdad, pero no he sido capaz de gritarle que esos son asesinos cumpliendo condena en un estado de derecho, no presos políticos. El Colegio de España es una misión cultural de nuestro país en Francia  que está financiada con fondos públicos (españoles) y que hoy, gracias a Josu Martínez, se ha cubierto de mierda.

Finalizada la entrega de premios, las fotos y las reivindicaciones de las barbudas muditas, ha aparecido sobre el escenario Fernando Trueba de carne y hueso que ha estado contando unas pocas cosas sobre su película en francés.

Cartel de "Chico y Rita"

Por fin, después de una hora de espera y con el culo ya bastante dolorido, ha comenzado la proyección de "Chico y Rita" que es a lo que habíamos ido. Tengo que decir que la película es técnicamente muy bonita y que da gusto ver esos dibujos tan particulares y con tanta vida. La música también muy bien traída, cubana por supuesto, muy bien encajada en las imágenes. La historia romántica a la par que simple. A mi me ha gustado pero a la insensible de P no le ha impresionado nada. Es que a ella sólo le impresionan las catástrofes con varios miles de muertos. Los personajes no están mal. Un poco planos pero es lo habitual cuando se trabaja con dibujos animados porque si te pones a darles matices te salen tres horas de "Princesa Mononoke" por citar un ejemplo que se me venga ahora a la cabeza. Así que resumiendo, una peli agradable y recomendable que vista en una butaca decente debe ser todavía mejor.

Ha estado bien esto del festival. No sé si seguiré en Nantes para la 22ª edición pero si es el caso me apuntaré a ver unas cuantas películas más.

sábado, 2 de abril de 2011

21 Festival de Cine Español en Nantes

Todos los años desde hace ya 21 se celebra en Nantes un festival de cine español. Lo organizan con participación activa de un cine que se llama Katorza y que suele proyectar películas en versión original de manera habitual. Como no podía ser de otra manera nos hemos pasado por allí unas cuantas veces, Pilar más que yo.

Cartel promocional del festival. El coche lo conduce Eduard Fernández pero sólo he encontrado el lado de Natalia Berbeke


Estos franceses le tienen mucha afición a la cultura española, no tengo idea de por qué pero tal es el caso. Las sesiones están bastante pobladas. Los pases de las películas se complementan con visitas de artistas relacionados, actores, directores... La guinda la pone un pequeño garito que han montado cerca del cine en el que han improvisado un bareto en el que se pueden tomar vinos españoles y tapas (ellos dicen tapás y lo dicen así como cerrando un poco la boca).

Yo mismo particularmente he visto hasta ahora dos películas. El otro día me vi "No controles", una película de un tal Borja Cobeaga que dicho así no me sonaba a mi a nada pero que es el mismo de "Pagafantas". Los actores sí que son más conocidos, trabajan Unax Ugalde, protagonista entre otras de "Alatriste" y que ya aprovecho para decir que tiene el mismo cabezón que mi amigo Josu Orbara (deben ser igual de recesivos), Alexandra Jiménez, una chica rubia muy mona que se hizo famosa como novia del hijo del Fiti de "Los Serrano" (sí, sí, también es buena actriz) y Julián López, uno de los de "Muchachada nui", no confundir con El juli. La película está entretenida, te ríes. Pero lo mejor vino con los títulos de crédito, cuando el personaje de Julián López, un tal Juancarlitros, que quiere ser humorista pero que carece del más mínimo atisbo de gracia, aparece en un recuadro contando unos chistes malísimos, tontísimos y viejísimos y encima los intenta explicar. Fuimos presa de un ataque de risa floja que casi nos tienen que sacar de allí, qué tontería.

El cartel de No controles. Recomendable.


Ayer viernes fuimos a las rondas de charleta de los actores y directores con intención de ver a Alex de la Iglesia y Carolina Bang. Dada la formalidad de los españoles, en absoluto desmerecida por los franceses, Alex y Carolina no estaban allí. En su lugar apareció Borja Coenaga. El tal Borja resultó ser un tipo muy simpático y muy agradable en general y la verdad es que pasamos un buen rato con él. Al final de la cosa pública Pilar le entró (últimamente le ha dado por entrarle a la gente, cualquier día se me echa un novio) y el tío se enrolló y allí estuvimos de charla. Fue por eso que supimos que había sido técnico en una edición de Gran Hermano y guionista de las primeras temporadas de Vaya Semanita. Lo mejor fue lo que contaba de su próximo proyecto que se llama "Fe de etarras" (juega con el término fe de erratas, por si alguien no lo coge) y consiste en unos etarras encerrados en un piso franco que tienen la mala suerte de ser elegidos presidentes de la comunidad de vecinos. La cosa promete. Pilar y él coincidieron en la tremenda potencia cómica de aquellos gilipollas etarras que detuvieron y que tenían fotos suyas con la camiseta de la selección española.

Pilar en pleno ejercicio de mitomanía


También estuvimos viendo "Demonios en el Jardín", un clásico a la par que un pestiño -si bien los he visto peores- que faltaba en nuestra formación cinematográfica. Más tarde estuvimos escuchando a Angela Molina que se expresa en francés con soltura.

Mañana domingo vamos a asistir a la proyección de la tan sonada "Chico y Rita", de Fernando Trueba. A ver que tal porque esta no la ponen en el cine sino en el teatro Graslin que es así como de más tronío, ya veremos.

Respecto a lo de las tapás está así, así. Hemos ido un par de veces. La primera me dieron un vino de Rioja que me gustó más bien poco. Aprendiendo de la experiencia, la segunda opté por un blanco de Rueda, bastante más aceptable. El comestible lo han formado hasta la fecha una tortilla de patatas que no estaba mal de sabor pero helada de temperatura, unas muestras de queso manchego y una sobrasada que me produjo acidez de estómago. Eso sí, todo servido con mucha fe. El local habilitado está decorado con fotos de familias españolas, unas fotos técnicamente muy buenas pero que a mi no me recuerdan a ninguna familia que yo conozca.

En fin, el caso es que la experiencia en su conjunto es agradable y que anima mucho encontrarse estas cosas cuando andas por el mundo.