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jueves, 30 de junio de 2011

Bitácora

Nave interestelar Franchusprise.
Extracto del libro de bitácora.
Comandante Quark-Dupont.



Fecha estelar 5.141,23

Tras un año en hibernación para no aburrirnos en el trayecto y que no acabemos matando el tiempo con las subsecuentes reivindicaciones laborales que conduzcan ineludiblemente a la huelga y las barricadas, el computador maestro de la nave, Carla, ha decidido despertarnos. En realidad lo decidió hace seis meses (luz) pero la tramitación de los permisos sindicales se lleva un tiempo, máxime considerando el vacío administrativo respecto a qué prefectura debe interesarse por los asuntos espaciales; se debate si la de Ultramar o si la de París.

El despertar consiste en un crescendo de los compases iniciales de La Marsellesa que comienzan a un volumen prácticamente inaudible hasta alcanzar un nivel atronador. Esto, que normalmente merecería una huelga y tres barricadas, es el resultado de una larga negociación sindical en la que nuestro despreciable líder, Sarkozy XVIII, se llevó el gato al agua. Así pues, nada que hacer. ¡Qué tiempos aquellos en los que Sarkozy I necesitaba Dios y ayuda para retrasar dos años la edad de jubilación!



Fecha estelar: 33.142 y 6/8

Françoise, la sobrecargo, ha decidido adelgazar. A tal fin se ha puesto a hacer ejercicio como si le fuera la vida en ello. El problema es que la nave carece de gimnasio o cualquier otra instalación deportiva con lo que no le queda otra que correr por el pasillo periférico. Como quiera que este sólo mide 23 metros se nos pasa el día dando vueltas y tropezando con todo el mundo. El delegado sindical de la tripulación me ha hecho llegar, como representante que soy de la empresa, la exigencia de la plantilla de instalar al menos cuatro semáforos en el corredor para impedir que la vacaburra de la sobrecargo continúe arrollando al personal. Estamos estudiándolo.


Fecha estelar 123,141516

D'Agnan y Leroy llevan no menos de 150 centones discutiendo sobre su sagrado derecho a entrar primero al cuarto de baño. El debate se centra en si la prioridad corresponde al que tiene más antigüedad en la empresa, Leroy tiene una semana más que D'Agnan o si por el contrario pertenece al que lleva más tiempo en el destino y en este caso D'Agnan gana por dos días. La cosa no tendría mayor importancia si no fuera porque la discusión tiene lugar en la puerta del aseo, a la sazón bloqueada. El resto de la tripulación empieza a incomodarse y ya se plantea constituirse en asamblea para elaborar una lista de reivindicaciones con la que poner fin a estas miserias.


Fecha estelar 33#934;66512

Hoy hemos establecido contacto con la nave española "Virgen Moreneta de Euzkadi, San Isidro y el Rocío". Es un vehículo de nueva generación, grande, aerodinámico, bien iluminado, con dos cuartos de baño y cocina alicatada hasta el techo; desgraciadamente su tripulación no atendió adecuadamente las instrucciones y se olvidó, entre otras cosas, de poner gasolina con lo cual se desplazan con el motor auxiliar de 2 cv. La primera comunicación fue difícil porque los muy lerdos no hablan francés con fluidez. Finalmente entre uno de ellos que fue un par de veces a la vendimia marciana y nuestro Lacroix, que ha resultado ser nieto de emigrantes españoles, nos hemos conseguido entender. Los españoles nos han explicado que están colonizando Urano para llenarlo de pisochalets 350 metros cuadrados, 560.000 neoleuros, facilidades de pago con hipoteca del Banco de Santander, con los que esperan conseguir un poco de dinero para poder pagar los plazos de la nave a los chinos. Que si mientras cierran el negocio les podemos prestar algo. Ya veremos.


Fecha estelar 33#934;66513

Hablando, hablando acabamos intercambiando visitas. En principio fuimos allí Gueneux, la primer oficial (ex-modelo de lencería, ex-asistente del director General), Françoise (1,57 m, 83 Kg) y yo mismo. Los españoles nos recibieron en su nave curiosos y generosos a partes iguales. Nos dieron paella, sangría y unos folletos de su urbanización. La sangría debía estar caducada porque al cabo de unas horas terminé en calzoncillos bailando sobre la mesa en la que habíamos comido y yo soy un tipo muy serio que no hace esas cosas. Deduzco que debimos trasladar la recepción a la Franchusprise porque me he despertado bajo la consola de los escáneres de profundidad presa de un espantoso dolor de cabeza y con la boca pastosa, maldita sangría caducada.


Fecha estelar 33#934;66514

Llevo un rato intentado comprender lo ocurrido pero de momento no he sido capaz. La puerta del baño está atrancada pero D'Agnan y Leroy ya no están ahí. He estado haciendo recuento de la tripulación. Me faltan siete de los doce. De Gueneux sólo he encontrado el traje de faena si bien guardo un recuerdo vago de la primer oficial en animada conversación con un mecánico frigorista de la nave española. Carla, el ordenador central, no puede contarme nada porque alguien ha dejado caer sangría sobre su sintetizador de voz. Empiezo a considerar el suicidio como una opción válida para terminar con este sufrimiento.


Fecha estelar 33#934;66536

Poco a poco la tripulación ha ido regresando a sus puestos. Todo el mundo se muestra callado, pesaroso y con aspecto cadavérico. Nadie dice nada y al mismo tiempo lo dice todo. Al menos tendremos un poco de paz que nos permitirá repararle la voz a Carla y pensar qué hacemos con la docena de pisochalets en Urano que hemos adquirido y pagado la señal con dinero de la empresa.


Fecha estelar 7899,172

Hoy Carla me ha entregado el fichero con la misión para la que hemos sido embarcados. Lo estoy imprimiendo para leerlo con comodidad, operación esta que se llevará un rato porque el prólogo tiene 675 páginas. A estas se añaden las 315 de la misión y las 873 de las claves para entenderla. Se me humedecen los ojos de orgullo patrio al contemplar que en los últimos mil años los franceses no hemos hecho sino reafirmarnos en nuestras costumbres.


Fecha estelar 000011112

Estaba enfrascado en la lectura de las bases de nuestra misión cuando el telegrafista, Jean-Louis, me ha interrumpido con un mensaje del comandante de la nave Grandeur de France en Venus, Emmanuel Laplace. El bueno de Emmanuel me venía a contar que el gobierno de Sarkozy XVIII ha presentado una ley ante el parlamento para retrasar la edad de jubilación de los 106 a los 112 años y quitar el Lunes de Pascua de los festivos. Esto no puede ser, es indignante. Lo comunico a la tripulación y todos están de acuerdo conmigo.

Reunidos en asamblea hemos decidido poner proa a Vulcano para montar unas barricadas que impidan el acceso a la terminal del aeropuerto y que se joda Sarkozy.


Fecha estelar 000011112,1

El escáner de profundidad ha detectado a la "Virgen Moreneta de Euzkadi, San Isidro y el Rocío" parada por una avería esperando que venga a recogerles la nave de guardia. Al parecer tienen para largo porque con los últimos recortes sólo les han dejado una nave de socorro para toda la flota, con lo que hemos decidido acercarnos por allí a ver si les echamos una mano, entre colegas hay que ayudarse. Nadie dice nada pero el personal reprime las sonrisas, se les nota. Ya he avisado al comandante Laplace de que vayan organizando la protesta sin nosotros que si eso igual llegamos un poco más tarde.


La nave Franchusprise

miércoles, 22 de junio de 2011

En Madrid la tenemos más larga

Como tenemos visita esta semana hemos incrementado la actividad turística tal y como corresponde hacer en estos casos. Particularmente si uno pretende ser un anfitrión agradable y que hablen bien de él a sus espaldas. Además tenemos cierta práctica al cabo de unos años de trashumancia y se nos da bien organizar rutas turísticas adecuadas a la época del año.

En esta ocasión nos ha visitado Mari Mar, amiga de P desde la adolescencia y todo lo que vino detrás. MM, que así la referiré por ahorrar letras, ha tenido mala suerte con el tiempo. Después de dos meses de sequía con lo que eso conlleva, sol radiante y temperaturas agradables, el tiempo ha vuelto a su ser para alivio de los hortelanos patateros de Noirmoitier y ha empezado a llover. Llueve así como con mala hostia, fuerte abundante y racheado. Los agradables 25 grados que nos acompañaban estas semanas atrás se han convertido en 14 y los placenteros paseos por la campiña en carreras para escapar de la tromba de agua y granizo. Todo muy agradable.

Esta semana estuvieron las amigas de visita en Guerande y Le Croisic donde tuvieron ocasión de disfrutar de la galerna, mar arbolada, fuerte marejada con chorreras y esas cosas pero yo no participé en esa porque estaba trabajando como un currito. Este sábado sí. El sábado decidimos ir hacia el interior para evitarnos las tempestades de la costa. Nos subimos todos en el coche y pusimos dirección a Angers. Me he estado informando un poco y al parecer Angers es la capital histórica del ducado de Anjou (empezó de condado pero lo ascendieron por esforzado y fiel). Para los que anden flojitos en historia, el rey Felipe V de España fue primero Duque de Anjou a la par que sobrino de Luis XIV de Francia. Anjou y por extensión Angers es una tierra que en tiempos fue fronteriza con Bretaña y Normandía. Esto significa que los anjouenses se la pasaban a hostia limpia cada dos por tres porque tanto bretones como normandos eran gente brutal, entregada a la bebida, el robo y la violación y no fumaban porque no conocían el tabaco que si no también. Los bretones hemos mejorado mucho desde entonces, no así los normandos que son una panda de asquerosos que dicen que el Mount Saint Michel es suyo, panda de falsos. Ahora somos gente encantadora salvo cuando cogemos el coche, si bien esto último es fruto de la maléfica influencia francesa. Porque hay que decir que, aunque llevaron más palos que una piñata, fueron los de Anjou, o sea, los franceses, los que al final se llevaron gato al agua como todo el mundo sabe. Hace ya tiempo que bretones, normandos y franceses aparcaron esa manía tan tonta de matarse entre ellos lo cual ha generado una notable prosperidad en la zona ya que han dedicado sus energías a destilar Calvados y otros hechos placenteros. Además la guerra de entonces tenía la peculiaridad de dejar tras de sí un rastro de castillos y catedrales muy hermosas y decorativas, al contrario que la que Bretaña y Normandía tuvieron que soportar siglos más tarde que sólo dejó escombros y bloques de hormigón. Así nos quedó la costa a los bretones y a los cochinos de nuestros vecinos.

El viaje desde Nantes hasta Angers es de unos 75 Km y supone algo menos de una hora de coche. Lluvia racheada y fuerte viento lateral. La ciudad es pequeña y se extiende a las orillas del río Maine, un afluente del Loira bastante caudaloso. Sobre una elevación en la orilla oeste del Maine se alza el castillo de los condes de Anjou, una edificación iniciada en el siglo VIII que muestra claramente su función defensiva, suavizada años después con la construcción de edificios de hechuras palaciegas en el interior del perímetro delimitado por muralla y foso. Tras el castillo se encuentra la catedral y en los alrededores lo que venía siendo la ciudad antigua, lo que alguno que conozco yo en Pamplona llamaría “lo viejo”. Sorprendentemente se mantienen en pie y gozando de buena salud algunas casas particulares del siglo XIII. Supongo que les habrán puesto retrete, eso sí. Además de estos y otros monumentos hay en Angers una profusión de tiendas, brasseries y baretos varios. Utilizamos un par de ellos, una brasserie para comer y una terraza vulgar y corriente para el cafetito que MM parece necesitar ingerir cada pocas horas.

La plaza del cafetito. Muy hermosa.


Llegamos a Angers alrededor de las dos de la tarde, madrugar no es lo nuestro. Lo primero que hicimos fue buscar un sitio para comer y fuimos a dar a una brasserie que estaba cerca del parking, ubicado en la Place de la République, en el mismo centro de la ciudad. La brasserie no tenía nada que destacar, un poco lento el servicio pero llevadero. La comida bien, yo me tomé una ensalada (ilustrada, por supuesto), el niño una hamburguesa, P un sándwich, Laura un carpacho y MM un menú consistente en ensalada de aguacate, pollo con patatorras y surtido de quesos. Durante la comida escuchamos un cierto follón en el exterior que yo no llegué a saber a qué se debía hasta que después me comentase P que era una marcha del orgullo gay, mira tú por dónde.

Tras visitar la parte alta de la ciudad nos volvimos a encontrar con el desfile en cuestión que consistía en una reducida multitud con mucha bandera de colores y dos camiones con pipiolos bailando dentro que pretendían ser las carrozas del desfile. Nada de torsos mazados, de mariconas de gimnasio en calzoncillos contoneándose al ritmo de Gloria Gaynor y no digamos ya de travestis subidos en plataformas tal y como sucede en mi pueblo. La docena de camiones llenos de locas bailando y las decenas de miles de personas que se acercan a cotillear y a participar quedaban reducidas a un par de camiones y unos cientos de curiosos. A cambio no parece que hubiese carteristas como los que me dieron el día en las fiestas de Chueca de hace dos años, lo uno por lo otro. El caso es que viendo la paupérrima caravana del orgullo gay de Angers se me vino a la cabeza esta idea “en Madrid la tenemos más larga”. La manifestación, claro. De lo que estáis pensando, malotes, no sé nada porque los franchus se esconden mucho y pese a ser habitual del gimnasio no he visto ni una pilila francesa desde que estoy aquí.

Angers está bien pero en mi opinión vale menos que Nantes. Además es Francia. Esta opinión no es compartida por nadie en mi casa. Es que según mi niña me he vuelto “abegshal” que es como un abertzale pero en versión bretona.


lunes, 13 de junio de 2011

Y tal día hizo un año

Concretamente el 25 de mayo, ese día hizo un año desde que pisé Nantes por vez primera en calidad de residente. Por encima de los habituales tópicos de cómo pasa el tiempo y esas cosas, igual es buen momento para hacer un poco de repaso de lo que ha sido el año.

Allá por el mes de noviembre del año pasado empecé a escribir este mi humilde blog. Empecé diciendo algo así como "Vivo en Francia. Ni bien, ni mal." Muy cierto, iba a hacer seis meses que vivía entre gabachos y todavía no lo tenía muy claro. Ahora han pasado otros seis más y voy estando un poco más centrado. Por eso me parece que no es mal momento para hacer recuento. Entre otras cosas porque así dentro de un año puedo volverlas a leer y solazarme con la magnitud de mis gilipolleces. Como soy de ciencias voy a dejarme de leches poéticas y a sistematizar las cosas, ¡as pallá...!


Bueno

  • El queso. Está de muerte, hay mucha variedad y cada una tiene su encanto. Comería queso hasta que me ocurriese algo, ¡qué bueno está!
  • El sueldo me llega. Esto en España no ocurría, ahora sí, me da para todo e incluso me sobra un poquito cada mes. No me he puesto a hacer un análisis de costes pero supongo que debo gastar menos. En España éramos deficitarios y eso que P allí trabajaba y aquí no.
  • Vivo a 5 Km del trabajo. No conozco los atascos. Tardo 10 minutos en llegar y pongo gasolina una vez al mes. Vengo a comer a casa.
  • Estoy a media hora de la playa más próxima. Un lujo.
  • Vivo rodeado de parques enormes y preciosísimos por los que correteo cual gacela desgastando con ello mis carnes generosas (efecto secundario e indeseado de la ingesta incontrolada de queso).
  • Voy al gimnasio tres veces en semana lo cual me mantiene sano como una pera.
  • No entiendo a la gente por la calle lo cual me permite inhibirme del nivel de estupidez colectiva que pueda haber a mi alrededor en un momento dado.
  • Estoy aprendiendo francés lo cual me permite decirle cosas a J en este idioma, que yo sé que le gusta.
  • El marisco, que es baratísimo y está de puta madre.
  • Los niños míos hablan ya tres idiomas, que dicen que es una cosa muy práctica, ya veremos.
  • Bretaña es un país muy hermoso y Nantes muy agradable.


¡Qué hermosa la Bretagne!

Chungo

  • Los franceses conduciendo.
  • La complejidad inherente a cualquier trámite administrativo francés, ¡la madre que los parió!
  • Teguesa (ver la entrada "Fin de semana de cata y playa" para más información).
  • Las putas huelgas. Además yo creo que les ha dado envidia del Movimiento 15 M de los cuchons espagnols (que en casos así nos convertimos en frères =hermanos) y tengo para mí que van a intentar sacar una versión corregida y aumentada. No descarto que le corten la tête a Sarkozy, el pelo a la Bruni y el pito a Strauss-Kahn.
  • Los sindicatos, responsables últimos de una ley laboral absolutamente inmovilista y castradora que no deja el menor resquicio al riesgo y que convierte en un calvario a los empleados chungos. También los considero responsables de que prácticamente todo esté cerrado los domingos. 
  • No puedo cogerme una de nuestras legendarias "torrijas" con J y con F con la asiduidad que a mi me gustaría. Por otra parte, mi hígado lo agradece.
  • La gasolina. La de 95 está a 1,50 € si voy al sitio más barato. Si conduces por Francia procura no echar gasolina en las autopistas, es mucho más caro.

El no vale tanto como Aznar (físicamente) pero ella es mucho más pintona que la  Botella. ¿Acabarán como Luis XVI y María Antonietta?

En fin, que así contando, parece que lo bueno gana a lo malo. En el fondo supongo que hay una serie de circunstancias personales que me voy a guardar para mi y que tienen su peso a la hora de ver las cosas de determinada manera más positiva, desde luego. Aún así tengo que admitir que los gabachos no son tan mala gente como se pretende, que en realidad son una especie de primos ricos de los españoles y que es una lástima que las circunstancias históricas nos hayan hecho ser diferentes naciones en lugar de una sola. Mejor nos habría ido a todos.

El año que viene, si sigo aquí y todavía hay blog, prometo hacer otro balance a ver si para entonces me cago en la madre que los parió a todos los franceses estos y a su puñetero país.

domingo, 12 de junio de 2011

Bocadillo de jamón

Hemos recuperado un documento que algún día será un hito histórico, se trata nada menos que del corto de animación "Bocadillo de jamón" cuya autora ha intentado perder reiteradamente. Aquí queda para público disfrute. Se sirven copias bajo pedido.


La comunión

Hemos tenido una nueva experiencia francesa, hemos asistido -en calidad de invitados- a una comunión. Los comulgantes eran los mellizos de mi amiga Valerie Pimpineau, una competente bioquímica con la que trabé buena amistad cuando vivía en Bélgica y trabajaba para Genzyme.

La primera vez que vi a Valerie fue en las instalaciones de Genzyme en Framingham, Massachussets. Yo llevaba poco tiempo trabajando para la compañía y me enviaron allí entre otras cosas, para conocer al personal. Valerie, como su nombre indica, es francesa pero llevaba como quince años o más viviendo en USA; eso y estar casada con un  norteamericano, Brian Monks, le convertía en ciudadana de aquel país. Valerie y Brian tienen tres hijos que son americanos y franceses pero que se llaman Sofie, Cecile y Julian anticipando el deseo de su madre de que fuesen europeos antes que estadounidenses. Ella sabrá por qué. Parece ser que cansados de la vida americana, según Valerie fácil pero monótona, decidieron trasladarse a Flandes a disfrutar del rock'n'roll de la Vieja Europa. En Bélgica, al contrario que en Estados Unidos y al igual que en el resto de Europa incluida España, la integración no es sencilla. Lo bueno es que si eres inmigrante de lujo no tienes la más mínima necesidad de integrarte si no lo deseas, tanto más en estos tiempos de prosperidad cibernética que te aproximan a los tuyos con un clic de ratón. Siendo así las cosas, los forasteros devenimos frecuentemente en agruparnos, ora por nacionalidades, ora por el hecho de ser forasteros en el momento que compartimos algún idioma. Así ocurría en Bélgica donde el nexo común era la Escuela Europea de Mol y por cuenta de aquello nos juntábamos españoles, americanos, holandeses, italianos, hindúes, sudamericanos y un puñado más de nacionalidades. Con unos te llevas más y con otros menos pero es muy curioso porque son grupos dinámicos en los que gentes con destinos internacionales temporales vienen y van. A unos te los vuelves a encontrar en otros países y a otros no.

Valerie es de los que nos hemos vuelto a encontrar. Los Monks viven en un pueblito que se llama Pacé, muy cerquita de Rennes, a poco más de 100 Km de Nantes. Ella trabaja en consultoría. Trabaja mucho, muchas horas, muchos días, muchos viajes... Su marido no sé muy bien en qué está trabajando, para alguna agencia del gobierno de Bretaña he creído entender; es muy activo con un grupo de Biotecnología local. Desde que estamos aquí nos hemos encontrado dos o tres veces y nos ha dado mucha alegría vernos, no deja de tener su gracia volvernos a reunir en un país diferente. La última vez ha sido por cuenta de la comunión. Yo me quedé un poco sorprendido con la invitación porque uno está en los clichés de España y tengo para mí que eso de las comuniones es un tema como muy de familia así es que a bote pronto me resultó un tanto chocante. Fue la propia Valerie quien me animó a conocer algo más de los rituales nativos, no exactamente con estas palabras pero parecido. Yo ya me hacía perdido en un marasmo de cientos de invitados pero me advirtieron que sólo éramos doce personas. En fin que agradecí el detalle y acepté porque además estos chicos no dejan de ser de diferente cultura a la nuestra y nunca sabes si vas a ofender declinando la ofrenda.

A P no le hizo ni p gracia lo de la comunión (no es por no escribir tacos, es que me ha parecido simpático el detalle de las pes) porque pensó lo mismo que yo pero como se hizo los mismos planteamientos pues se avino sin lucha a participar en el evento. Antes del día de la celebración, que tuvo lugar el domingo pasado, procuré informarme con mi traductora cultural de cabecera, Amaya, quien me vino a decir que  no hacía falta acudir con corbata y que a los comulgantes sí que se les solía hacer un regalo. A través de Brian conseguí algunas indicaciones sobre los regalos más adecuados, focalizándonos fundamentalmente en unas bonitas camisetas del Barça, equipo al que los niños son muy aficionados y que iban más con nuestra personalidad que crucifijos de plata (muy útiles para matar hombres-lobo, dicho sea de paso) o misales nacarados y rosarios. Días antes de la comunión estuvimos buscando las camisetas pero en Nantes sólo las había de tamaño adulto-enorme. En estas que tuvimos la idea de regalar a los niños unos relojes así como de color muy ácido que se llaman Ice-Watch (es que aquí lo fashion también tiene nombres en inglés) y que nos pareció un regalo adecuado porque un reloj es muy típico de comunión, porque el precio era razonable y porque era original y pijo como Nantes propiamente.

Dos como estos, uno verde y uno rojo

El domingo nos levantamos a las ocho porque nos habían indicado que la comunión era "a última hora de la mañana". A mí se me ocurrió pedir más precisión porque para mí, "última hora de la mañana" significa como a la una y me daba que no. Tras descojonarse adecuadamente, Brian me indicó que no, que para ellos era como las diez y media así que nos tocó madrugar para cubrir los ciento y pico de kilómetros que nos separaban de Pacé. P había pensado en hacer eso tan nuestro de llegar, saludar y esperar instalados en algún bar de la zona a que la ceremonia religiosa terminase. Yo estaba totalmente de acuerdo porque las misas me parecen un rollo y porque soy muy bien mandado como todo el mundo sabe. El caso es que llegamos a la iglesia y en la misma puerta nos encontramos a Valerie y a Brian que nos recibieron muy afectuosos y nos indicaron el banco que tenían reservado en la iglesia, una trampa sin salida en la que nos invitaron a instalarnos y desde la que nos dispusimos a ver la ceremonia enterita no sin antes emitir un suspiro resignado. Compartíamos banco con la madre de Brian que había venido desde Boston a participar en el acontecimiento y con los padres de Valerie que viven en la región y que me resultaron sorprendentemente jóvenes teniendo en cuenta que los Valerie y yo nacimos el mismo año. Lo mismo es sólo la apariencia.

La iglesia de Pacé se ve como muy apañada. Parece que algo reconstruida, no se si por remediar el efecto de los bombazos o si el de la natural decadencia de la construcción. El caso es que la han dejado muy bien y que me pareció que ese mismo edificio puesto en la Comunidad de Madrid tendría más lista de espera para atender sacramentos sociales que la consulta de Traumatología del hospital Gregorio Marañón. El cura era negro, de Costa de Marfil me dijeron, condición que quedaba resaltada con el blanco de la casulla y que constituía más que nunca una nota de color. Además hablaba con entonación de negro, en francés pero con entonación de negro, una cosa curiosísima. La comunión se inició con una procesión de los niños comulgantes abierta por un adulto portador de un gran crucifijo sujeto en lo alto de un asta y cerrada por Brian que portaba un libro gordo, sospecho que una Biblia, con una imagen de un Cristo de hechuras bizantinas en la portada y que mostraba en alto como quien enseña una pancarta con reivindicaciones laborales en una manifestación del Primero de Mayo. Lo que más me llamó la atención fue que ni los niños vestían uniformes de marina ni las niñas trajecitos de novia enana, iban maqueados, desde luego, pero sin disfrazar como los nuestros. Esto cuadra con el trato que los franceses mantienen con el dinero, que no son muy dados a gastar en tonteras. La ceremonia fue larga, larga, larga, intercalando palabras del cura con lecturas del libro gordo, y unos cuantos cánticos. De vez en cuando el cura mostraba la portada del libro a la concurrencia como para demostrar que era el bueno y no una edición pirata y que el Cristo seguía allí para certificarlo. Los coros corrían por cuenta de unas muchachuelas septuagenarias ubicadas en el coro, valga la redundancia, acompañadas por el órgano de la iglesia y dirigidas por un pimpollo de cincuenta que se encontraba frente a mi. No sonaban mal. Además nos habían proporcionado unos papeles con la letra de las canciones para que pudiésemos hacer karaoke. En un momento dado todo el mundo se cogió de la mano. Yo a mi derecha tenía a Guillermo y no había problema pero a mi izquierda tenía al padre de Valerie, un desconocido a efectos prácticos, así que me sentí un poco ridículo cogido de la manita con él mientras se recitaba so sé qué rezo. Después vino el momento culminante de la teofagia y Valerie, que a la sazón se encontraba en el banco de delante, se volvió hacia mí preguntando si quería ir a comulgar. Yo me excusé diciendo que me producía acidez pero que agradecía el detalle; más tarde le explicaría que en casa somos un poco laicos si bien respetamos las creencias de cada cual siempre y cuando no requieran el sacrificio humano. Poco más de la ceremonia, un par de rezos y tres canciones más y todos a la calle.

La iglesia de Santa Melania, en Pacé

Una vez comunionados nos dirigimos a chez les Monks donde bebimos y comimos una comida bastante buena que había preparado Brian. Todo fue muy normal y carente de esperpentos o rarezas que puedan hacer motivo de chanza. A los niños les gustaron los relojes, Guillermo se comportó como un campeón, cosa que cada vez parece costarle más, y mantuvimos una amena charla a ratos en inglés y a ratos en francés mientras Nadal le levantaba el nosecuantos Roland Garros a Federer.

Todo lo que puedo decir es que estos franceses tienen mucha menos industria alrededor de las comuniones que nosotros. He preguntado si con las bodas son también más escuetos pero me ha dado la impresión de que no, que para eso son más gastosos.

sábado, 4 de junio de 2011

Ya os vale

Que yo soy un garrulo ignorante de la cosa católica es un hecho bastante conocido. Tuve una primera infancia muy creyente pero allá por los 12 años se me fue pasando y hasta hoy. Por la tal razón es normal que la cague cuando me meto en temas de contenido religioso. Ahora, sé de buena tinta que tengo seguidores en Pamplona, seguidoras diría. Seguidoras pamploneras educadas en colegios religiosos. Aún diré más, P estudió en un centro regentado por las Reverendas Hermanas Concepcionistas. Por todo esto no me queda otra que decir YA OS VALE. ¿Por qué? Pues porque en la última entrada dije que el pasado jueves era festivo y que se celebraba Pentecostés y resulta que no, que el jueves pasado era La Ascensión del Señor. Jueves Santo, Corpus Christi y El Día de la Ascensión, los tres jueves del año que brillan más que el Sol. Y resulta que os lo habéis tragado todos, nadie me ha hecho un pequeñito comentario avisando de la equivocación. Si no fuera por el contador de visitas me sentiría solo en el universo...

Aquí la Ascensión donde, como se puede ver, ni llamitas ni hostias

Estoy viendo una película que me está gustando mucho, "El Séptimo Día", de Carlos Saura, y no me quiero distraer pero no me resisto a compartir con la reducida, fiel y ahora también "passsada" parroquia un vídeo que he visto hoy y que me ha encantado. Se trata de una introducción de un comic que se titula "Españistán" y merece la pena verlo y reflexionar sobre ello. A mí me da que pensar que, sin exculpar ni tanto así a los políticos, una parte importante de los "indignados" lo mismo tenía que hacer un poquito de autocrítica. También me sugiere que las maravillosas recetas liberales de no intervención son una mierda que lleva a la ruina, ruina que se habría mitigado si el estado hubiese controlado un poquito más a los bancos.

España se despierta con resaca


Esta vez espero mea culpas de los de las escuelas religiosas y respuestas airadas de liberales e indignados. Yo contra todos.

 Clic aquí:   Españistán

jueves, 2 de junio de 2011

La hija mayor de la Iglesia Católica

Así se refirió a Francia su Católica Majestad, el rey Felipe II, indignado por los flirteos que los reyes de este mi país putativo se traían con hugonotes y protestantes varios a los que él freía en la hoguera sin más miramiento ni consideración sin poder comprender como un país tan sumamente católico como este, podía siquiera considerar que los herejes aquellos mereciesen la más mínima reflexión.

Francia es, efectivamente, un país de tradición profundamente católica. Las palabras de Felipe no estaban nada desencaminadas. Aquí, como en España, los curas llegaron a mandar la hostia (valga la redundancia), todo se llenó de iglesias y catedrales y la educación fue a caer entre sus garras. Pero amigo, los gabachos son más listos que nosotros y lo de La Revolution es en realidad un pack que va más allá de cortarles las cabezas a Luis XVI y María Antonietta que por lo demás se lo tenían bien ganado como la mayoría de los monarcas de aquella época, los de las épocas anteriores y si me apuras, los de la actual. El tema revolucionario sirvió fundamentalmente para poner a cada uno en su sitio y recordar que en un momento dado, nadie escapa de madame guillotine. Los curas, que no son tontos y menos si además de curas son franceses, tienen la lección bien aprendida y desde siempre se adaptaron al poder civil, así fuera republicano o monárquico o republicano recauchutado en monarquía. Esto se traduce en la práctica en que aquí en Francia hay presencia de la iglesia pero es una presencia "light". Están ahí, las iglesias y catedrales funcionan, las campanas suenan los domingos y las fiestas de guardar y hay escuelas católicas pero jamás se les ocurre hacer declaraciones tipo Rouco Varela en los medios, ni reclamar la enseñanza religiosa en la escuela pública, ni cuestionar al estado que les paga sus escuelas pidiéndoles a cambio que no obliguen a aceptar la enseñanza religiosa en las mismas ni a hablar contra las normas del estado laico y republicano. Que se vive en paz y armonía vaya. Pienso yo que es por eso que la hispánica tradición de violar monjas, quemar conventos y asesinar sacerdotes como expresión revolucionaria nunca gozó del más mínimo predicamento en este país, de lo que me alegro porque asesinar, violar e incendiar está muy feo.

Sin embargo sigue habiendo elementos culturales católicos. Por ejemplo hoy, jueves 2 de junio, es festivo porque es Pentecostés. P, que sabe más que yo de la cosa católica, me ha preguntado si sabía lo que era Pentecostés. Yo he respondido que sí, que tenía una idea, que es básicamente cuando Cristo les lanza unos rayos a los discípulos que a la sazón se vuelven más listos que el hambre y les sale la llamita en la cabeza. Ella me lo ha explicado con más detalle y algún que otro tecnicismo y yo he llegado a la conclusión de que Pentecostés debía ser declarado como "Día Mundial de la Transferencia de Tecnología" por la OMS, la UNESCO o algún otro de esos organismos internacionales que pagamos a escote sin que nos pregunten y sin otra opción.

Lo que decía de las llamitas versionado por Doménikos Theotokópulos en  1597
 
Ya he contado en alguna ocasión que aquí los sindicatos y la Prefecture son muy reacios al trabajo en domingo, el día del señor, cosa que me sorprende porque los sindicatos son todos laicos y de izquierdas. Además, siendo hoy jueves, los franchus han hecho puente y han volado. Así lo llaman, pont, y además me lo intentan explicar y yo les digo "no, sí ya, en España es igual pero se llama puente". Por todo ello contaba yo con que hoy sería una especie de domingo brutal, con todo cerrado y desierto pero no, ha salido que no. Por lo pronto esta mañana hemos ido al gimnasio y hemos encontrado que en el centro comercial Atlantis donde se ubica, había unas cuantas tiendas abiertas incluidos Ikea y Decathlon. En el centro de la ciudad había, efectivamente, bastantes tiendas cerradas pero no todas y como sigue haciendo un tiempo glorioso, terrazas y paseos estaban concurridos.

Al final resulta que los franceses, igual que los españoles, se bautizan pero no practican, no van a misa pero se casan por la iglesia, no estudian religión pero hacen la Primera Comunión. Va a tener razón el Santo Padre, que hay que volverse hacia Europa porque después de tanta expansión en la era Wojtyla, resulta que estamos perdiendo el mercado de base.


Los dos últimos CEO´s de la iglesia, uno de ellos en versión "faena" y en versión "carnaval"


Hablando de primeras comuniones, este domingo estamos invitados a la de los mellizos de mi amiga Valery, en Rennes. Ya contaré porque ella misma me lo anunció como una buena oportunidad de observar episodios de la vida y costumbres de los nativos.