En fin, decía que había venido de correr. Hace bastantes años que corro con cierta regularidad. En términos relativos soy "un paquete" porque corro a un ritmo bastante lento y no he sido capaz de hacer más de los 21 Km de la media maratón y esto con gran esfuerzo y no poco sufrimiento. Pero mirando al total de la población, ¿cuántos de mi edad y condición hacen esto en lugar de dejarse arrastrar al fondo del riesgo del padecimiento cardiovascular, ein? Además correr no me gusta demasiado, es aburrido y resulta cansadísimo, realmente da gusto cuando te paras. Sin embargo tengo buenas razones para vencer la natural pereza, calzarme las zapatillas y salir a recorrer parques y aceras cual si me persiguiesen los malos, en ocasiones con lluvia e incluso nieve, alguna vez con demasiado calor, a menudo por la noche. Yo corro lo primero para mantenerme en forma, para tener piernas fuertes, fondo físico y quemar algo de la grasaza que me sobra, en suma para no perder la capacidad de moverme en reconocimiento a lo que sentenciaba mi padre. Lo segundo y no menos importante, corro para ejercitar la fuerza de voluntad, para demostrar que cuando decido que soy capaz de algo, realmente soy capaz, que no es un farol vaya, sólo así se consigue llegar a la meta de una media maratón o lo que sea que uno decide correr o enfrentar en la vida. Yo lo recomiendo vivamente.
No soy el único. J corre, corre como un gamo el jodío. Además es perseverante y disciplinado y, como está un tanto chalado, lo ha convertido en una suerte de práctica religiosa. Corrimos juntos las dos últimas ediciones de la Media Maratón de Madrid pero lamentablemente este año no va a poder ser. Lo echo de menos. Otro que corre como un profesional es P, mi cuñado. Además como para según que cosas es un poquito cabeza cuadrada (como su hermana, ahora que no me escucha), sigue un metódico entrenamiento convenientemente programado que le permite altos rendimientos y correr maratón tras maratón sin despeinarse (si bien para él lo de no despeinarse tiene un mérito relativo nada más). Además piensa que J, F (que también corre) y yo somos una partida de túzaros indisciplinados y que un día nos va a pasar algo por afrontar esfuerzos para los que no estamos preparados. Ya veremos.
Tres bravos corredores, pasaditos los cuarenta y tan ricamente |
El caso es que corremos, que hacemos ejercicio y que así no sé si nuestra vida será más larga pero seguro que tendrá más calidad. Y si no se corre porque no se puede o no se quiere, hay multitud de deportes, gimnasios, pistas de tenis, campos de baloncesto, piscinas, etcétera, etcétera, etcétera que le permiten a uno mantener la máquina a punto para no ser despedazado por un mando a distancia y un sofá. No hay excusa.
De mantener viva la neurona no digo nada porque doy por hecho que si tenéis la paciencia de leer esto es que sois gente que dista mucho de enajenarse frente a un televisor hasta que se le licua el cortex pero cuidadín, en el sofá también se lee.
Qué cosa esa de la voluntad... ¿Qué se siente al tenerla...?
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