Vistas de página en total

jueves, 2 de junio de 2011

La hija mayor de la Iglesia Católica

Así se refirió a Francia su Católica Majestad, el rey Felipe II, indignado por los flirteos que los reyes de este mi país putativo se traían con hugonotes y protestantes varios a los que él freía en la hoguera sin más miramiento ni consideración sin poder comprender como un país tan sumamente católico como este, podía siquiera considerar que los herejes aquellos mereciesen la más mínima reflexión.

Francia es, efectivamente, un país de tradición profundamente católica. Las palabras de Felipe no estaban nada desencaminadas. Aquí, como en España, los curas llegaron a mandar la hostia (valga la redundancia), todo se llenó de iglesias y catedrales y la educación fue a caer entre sus garras. Pero amigo, los gabachos son más listos que nosotros y lo de La Revolution es en realidad un pack que va más allá de cortarles las cabezas a Luis XVI y María Antonietta que por lo demás se lo tenían bien ganado como la mayoría de los monarcas de aquella época, los de las épocas anteriores y si me apuras, los de la actual. El tema revolucionario sirvió fundamentalmente para poner a cada uno en su sitio y recordar que en un momento dado, nadie escapa de madame guillotine. Los curas, que no son tontos y menos si además de curas son franceses, tienen la lección bien aprendida y desde siempre se adaptaron al poder civil, así fuera republicano o monárquico o republicano recauchutado en monarquía. Esto se traduce en la práctica en que aquí en Francia hay presencia de la iglesia pero es una presencia "light". Están ahí, las iglesias y catedrales funcionan, las campanas suenan los domingos y las fiestas de guardar y hay escuelas católicas pero jamás se les ocurre hacer declaraciones tipo Rouco Varela en los medios, ni reclamar la enseñanza religiosa en la escuela pública, ni cuestionar al estado que les paga sus escuelas pidiéndoles a cambio que no obliguen a aceptar la enseñanza religiosa en las mismas ni a hablar contra las normas del estado laico y republicano. Que se vive en paz y armonía vaya. Pienso yo que es por eso que la hispánica tradición de violar monjas, quemar conventos y asesinar sacerdotes como expresión revolucionaria nunca gozó del más mínimo predicamento en este país, de lo que me alegro porque asesinar, violar e incendiar está muy feo.

Sin embargo sigue habiendo elementos culturales católicos. Por ejemplo hoy, jueves 2 de junio, es festivo porque es Pentecostés. P, que sabe más que yo de la cosa católica, me ha preguntado si sabía lo que era Pentecostés. Yo he respondido que sí, que tenía una idea, que es básicamente cuando Cristo les lanza unos rayos a los discípulos que a la sazón se vuelven más listos que el hambre y les sale la llamita en la cabeza. Ella me lo ha explicado con más detalle y algún que otro tecnicismo y yo he llegado a la conclusión de que Pentecostés debía ser declarado como "Día Mundial de la Transferencia de Tecnología" por la OMS, la UNESCO o algún otro de esos organismos internacionales que pagamos a escote sin que nos pregunten y sin otra opción.

Lo que decía de las llamitas versionado por Doménikos Theotokópulos en  1597
 
Ya he contado en alguna ocasión que aquí los sindicatos y la Prefecture son muy reacios al trabajo en domingo, el día del señor, cosa que me sorprende porque los sindicatos son todos laicos y de izquierdas. Además, siendo hoy jueves, los franchus han hecho puente y han volado. Así lo llaman, pont, y además me lo intentan explicar y yo les digo "no, sí ya, en España es igual pero se llama puente". Por todo ello contaba yo con que hoy sería una especie de domingo brutal, con todo cerrado y desierto pero no, ha salido que no. Por lo pronto esta mañana hemos ido al gimnasio y hemos encontrado que en el centro comercial Atlantis donde se ubica, había unas cuantas tiendas abiertas incluidos Ikea y Decathlon. En el centro de la ciudad había, efectivamente, bastantes tiendas cerradas pero no todas y como sigue haciendo un tiempo glorioso, terrazas y paseos estaban concurridos.

Al final resulta que los franceses, igual que los españoles, se bautizan pero no practican, no van a misa pero se casan por la iglesia, no estudian religión pero hacen la Primera Comunión. Va a tener razón el Santo Padre, que hay que volverse hacia Europa porque después de tanta expansión en la era Wojtyla, resulta que estamos perdiendo el mercado de base.


Los dos últimos CEO´s de la iglesia, uno de ellos en versión "faena" y en versión "carnaval"


Hablando de primeras comuniones, este domingo estamos invitados a la de los mellizos de mi amiga Valery, en Rennes. Ya contaré porque ella misma me lo anunció como una buena oportunidad de observar episodios de la vida y costumbres de los nativos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario